La inauguración del AVE Madrid-Sevilla fue, sin duda, una revolución tecnológica para nuestro mundo ferroviario, un salto adelante que colocó a España en la vanguardia mundial de la tecnología y construcción de vía y material rodante. En pocos años, la alta velocidad revitalizó al ferrocarril y modificó los modos de transporte compitiendo exitosamente con la carretera y el avión. Gracias a la confianza del Ministerio y Renfe, y posteriormente Adif, Ineco comenzó a participar en su desarrollo junto con muchas otras ingenierías y constructoras españolas.

La puesta en marcha de una línea de alta velocidad requirió de prácticamente todas las disciplinas de la ingeniería civil y la arquitectura: trazado, geología y geotecnia, diseño y cálculo estructural, obras subterráneas, hidrología y drenaje, recuperación ambiental, infraestructura y superestructura ferroviaria, diseño y remodelación de estaciones, estudios de demanda y tráfico, inspección de puentes, cauces y viaductos, pruebas de carga, auscultación e instrumentación, energía y subestaciones, señalización, centros de control, explotación, etc.

La puesta en marcha de una línea de alta velocidad requiere de prácticamente todas las disciplinas de la ingeniería civil y la arquitectura

Por ello, cuando hace 25 años se inauguró la primera línea de alta velocidad en España (una de las primeras del mundo) para muchos, el recorrido a 250 km/h entre Madrid y Sevilla –471 kilómetros en menos de tres horas– se vivió como un triunfo, una celebración casi tan importante como la gran fiesta de la Expo’92 con la que se hizo coincidir su inauguración.

En el recuerdo de estas fechas, hemos recurrido a la memoria de aquellos –jóvenes ingenieros y técnicos de Ineco– que tuvieron la oportunidad de participar en este gran proyecto, bajo la batuta de Renfe. Gracias a esos comienzos modestos y al buen hacer, rigor y talento de nuestros profesionales, las empresas del sector ferroviario español son hoy en día más competitivas y cuentan con un merecido reconocimiento en el exterior. Un ejemplo de ello es nuestra participación en proyectos de alta velocidad en Arabia Saudí, Reino Unido, Turquía o la India.

La Conferencia de la ONU Hábitat III en Quito y el papel del transporte en el futuro de las ciudades; el estudio de las grandes rutas de transporte en Europa; los trabajos de modernización de una línea ferroviaria en Turquía y las últimas innovaciones para mejorar el tráfico aéreo europeo, son también grandes temas para analizar, que esperamos resulten amenos e interesantes para nuestro lector.