Tras la inauguración, en 2001, del nuevo aeropuerto de Atenas –situado en Spata, a unos 30 kilómetros de la capital–, y la apertura a la gestión público-privada del resto de los aeropuertos a partir de 2015, el siguiente gran proyecto de la aviación griega es la construcción del nuevo aeropuerto de Kasteli, en Creta, que sustituirá al de la capital, Heraclión. Con una capacidad inicial de 8,9 millones de pasajeros, será el segundo más importante del país tras el de Atenas. Según el Gobierno heleno, la nueva infraestructura generará unos 7.500 puestos de trabajo directo una vez finalizado, más otros 37.000 de forma indirecta en los sectores de turismo y comercio.

Heraklion International Airport, una empresa conjunta entre la firma griega GEK Terna y la india GMR Airports Limited (GAL), se adjudicó el contrato de concesión en 2019. Ineco está elaborando el diseño del nuevo aeropuerto para la constructora Terna, que cuenta con un plazo de cinco años para llevar a cabo las obras, a contar desde la firma del contrato que tuvo lugar en febrero de 2020. Además, durante la fase previa de oferta, la compañía también ha realizado el Plan Director (Master Plan) del futuro aeropuerto, que ocupará una superficie de unas 600 hectáreas, aproximadamente.

El transporte aéreo genera 457.000 puestos de trabajo en Grecia y aporta 17.800 millones de euros a su economía, lo que equivale al 10,2% del PIB griego, según un estudio de IATA, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo. Está estrechamente ligado al turismo, que aporta también más del 10% del PIB nacional. Tras superar una larga etapa de recesión, la economía griega volvió a crecer a partir de 2017, una evolución que se ha reflejado también en el tráfico aeroportuario, que, según la Autoridad de Aviación Civil helena, en 2019 registró la cifra récord de 65,4 millones de pasajeros, 3 millones más que el año anterior, lo que supone un aumento del 5%. El número total de vuelos también aumentó un 3,7%.

Grecia batió su récord turístico en 2019, con más 31,3 millones de visitantes, de los que un 18%, más de 5 millones, viajaron a la isla de Creta, la más grande del país y la quinta mayor del Mediterráneo. Con algo más de 634.000 habitantes y unos 8.500 km2, es uno de los cinco destinos griegos más visitados: su milenaria historia, su patrimonio cultural y monumental, el clima mediterráneo y sus hermosos paisajes y playas son sus principales atractivos. Por su ubicación es también un importante enclave geoestratégico. La economía local se basa principalmente en la agricultura y el turismo.

La isla cuenta con tres instalaciones aeroportuarias, todas ellas situadas a lo largo de la costa norte: el pequeño aeródromo de Sitía, y dos aeropuertos internacionales, La Canea (Chania), que recibió 2,9 millones pasajeros en 2019 y comparte instalaciones con una base militar, y en la zona central y también de uso mixto, civil y militar, el Nikos Kazantzakis de Heraclión, la capital de la isla y la cuarta ciudad más importante del país, con una población de algo más de 313.000 habitantes.

En los últimos años, la actividad ha ido en aumento, con un incremento constante de tráfico que, en 2019, alcanzó los 8 millones de pasajeros. Las instalaciones actuales datan de 1972 y se ampliaron en 1996 y 2005, si bien se congestionan especialmente en verano. Además de los tres aeropuertos civiles, a 39 kilómetros al sureste de Heraclión, se encuentra la base de la Fuerza Aérea Helénica de Kasteli, junto a la que se ubicará el nuevo aeropuerto.

Asimismo, está prevista la construcción de otras grandes infraestructuras energéticas y de transporte en la isla, que supondrán una inversión total de más de 3.100 millones de euros y cuentan con el respaldo financiero de la Unión Europea: la autopista VOAK de alrededor de 180 kilómetros, que conectará La Canea (Chania) con la ciudad de Agios Nikolaos, y dos interconexiones de suministro eléctrico con la Grecia continental: Creta-Ática y Creta-Peloponeso.

Así será el nuevo aeropuerto de Creta

Los diseños que está elaborando Ineco contemplan las siguientes especificaciones generales:

1. Campo de vuelos 

  • La pista, clave 4E, CAT I, tendrá una longitud de 3.200 metros por 60 de anchura, incluidos los márgenes, más RESAs (zonas de seguridad de extremo de pista) en ambos extremos. La pista actual del aeropuerto de Heraclión cuenta con una longitud máxima de 2.682 metros, por lo que las nuevas instalaciones tendrán capacidad para aeronaves mayores.
  • En cuanto a las calles de rodaje, habrá una paralela a la pista, varias de salida rápida y de conexión con el aeropuerto militar cercano. Se incluye también la conexión a un puesto aislado.
  • La plataforma de estacionamiento de aeronaves dispondrá de cinco posiciones MARS conectadas por pasarelas de embarque desde el edificio terminal para aeronaves clave E, que incluyen, cada una, dos posiciones para aeronaves clave C, una posición MARS remota para aeronaves clave E, que incluye dos para clave C. Además, se cuenta con posiciones remotas para aeronaves clave C, puestos de aviación general y stands para helicópteros. Además, la plataforma contará con una red de hidrantes que abastecerá todos los stands clave C y E, además de puntos de conexión de 400Hz en cada una de estas posiciones.
  • En lo referente a los pavimentos, serán rígidos en la plataforma, en las intersecciones de las calles de rodaje y en los primeros 450 metros desde los umbrales de pista, y flexibles en la pista y calles de rodaje.
  • Los diseños incluyen también el resto de infraestructuras y equipamientos asociados del campo de vuelos, como el edificio de bomberos, el camino perimetral y el vallado, separadores de hidrocarburos, iluminación, barrera y balsa de contención de inundaciones, plataforma de pruebas de bomberos, etc.

2. Lado tierra 

  • El edificio terminal ocupará una superficie de entre 85.000 y 90.000 m2, divididos en cuatro plantas: sótano, planta de llegadas, planta de salidas, planta de instalaciones y otros.
  • La fachada del terminal tendrá una longitud de 200 metros. La planta de llegadas está a nivel de plataforma y del aparcamiento exterior de lado tierra, mientras que a la planta de facturación se accede mediante un tablero de salidas ubicado a 7,5 metros sobre el nivel del terreno.
  • El sistema de facturación se ha proyectado en cuatro islas, con unos 80 mostradores. Se han diseñado puestos de control de seguridad, puestos de control de pasaportes, y puertas de embarque de contacto en la primera planta y embarques remotos en la planta baja (en ambos casos, para vuelos Schengen y No Schengen).
  • Se ha previsto una amplia superficie, por encima de los 10.000 m2, dedicada a espacios comerciales, además de una sala de aviación general y otra de autoridades, entre otros equipamientos. El edificio se calificará con la certificación LEED SILVER.
  • La parte principal de la torre de control sobre la que se aloja el fanal tendrá una altura de aproximadamente de 45 metros, y constará de seis plantas, más el campo de antenas.
  • Se diseñan también los edificios auxiliares: industriales, como la central eléctrica, la subestación eléctrica de acometida, una planta de tratamiento de aguas residuales, un punto limpio, una planta de agua potable, un edificio de mantenimiento de instalaciones, otro de handling, una planta de combustible, etc. Otras edificaciones del lado tierra son la estación de policía y los edificios de control de accesos al lado aire.
  • Se ha proyectado un aparcamiento de superficie de unos 45.000 m2 para dar cabida tanto a vehículos privados como a taxis y autobuses.
  • En lo referente a accesos por carretera, se diseña una arteria comercial de cuatro carriles y dos rotondas principales, que conectará con la nueva autovía que unirá Heraclión con el aeropuerto. Además, se proyectan todos los viales interiores del aeropuerto.

Una isla de leyenda

Creta es la cuna de la civilización más antigua de Europa, la minoica (7.000 a. C.), que ha dejado su huella en las ruinas del Palacio de Cnosos, parcialmente reconstruido y una de las atracciones turísticas más importantes de la isla: cada año la visitan medio millón de personas. Situado a tan solo 5 kilómetros de Heraclión, por la complejidad de su diseño se asocia al mito del laberinto construido por Dédalo para el rey Minos –hijo del dios Zeus y la princesa Europa, a quien raptó y llevó a Creta– con el objetivo de encerrar al sanguinario Minotauro, su hijastro. A su vez, y tras enemistarse con Minos, Dédalo ideó unas alas hechas con plumas de pájaro unidas con cera para escapar volando de la isla junto con su hijo Ícaro. Según el mito, y pese a las advertencias de su padre, este ascendió demasiado y el calor del sol derritió la cera, por lo que acabó cayendo al mar. En la imagen, la fortaleza veneciana de Koules, en el puerto de Heraclión.