La industria española del juguete comenzó a despegar en las primeras décadas del siglo XX en la Comunidad Valenciana y Cataluña, que hoy reúnen más del 70 % de las jugueteras del país. Más recientemente, la globalización, la competencia de los productos importados de China, la recesión económica y la irrupción de los juguetes electrónicos han supuesto importantes retos para un sector que ha apostado por la calidad y el diseño como sus mejores bazas internacionales.

Calidad vs cantidad

Y es que apostar por un producto con diseño y sobre todo, con calidad, es la fórmula que ha demostrado ser más eficaz para competir con China, el primer fabricante de juguetes del mundo. La industria juguetera española, formada en un 95% por pequeñas y medianas empresas, ha logrado situar sus productos en mercados de medio mundo, donde factura, de media, el 40% de sus ventas, aunque algunas superan ampliamente ese porcentaje.

Así, el 60% de las ventas de firmas como Famosa proceden de las exportaciones a más de 50 países. Fabricante de muñecas líderes del sector en España y más vendidas en el exterior como Nenuco o Nancy, y marcas como Feber, dedicada a los vehículos con batería, correpasillos, casas de jardín y toboganes, cuenta con filiales en Portugal, Francia, Italia, México, Puerto Rico y China. Los productos de IMC Toys, sobre todo juguetes de pequeño tamaño licenciados, aunque también marcas propias llegan a 72 países, con un 80% de facturación internacional; al igual que Injusa, especializada en grandes juguetes de ruedas y de jardín. Educa Borrás, dedicada a los juegos educativos y puzzles, y la compañía del sector más antigua de España –se fundó en 1894– exporta el 45% de su producción a 90 países.

La industria juguetera española, formada en un 95% por pequeñas y medianas empresas, ha logrado situar sus productos en mercados de medio mundo

Incluso las firmas de menor tamaño –algunas prácticamente artesanales– han conseguido llegar a los mercados internacionales. Es el caso, por ejemplo, de Muñecas Arias, que vende sus productos en 25 países de América y Europa, o Trompos Space, una empresa familiar situada en Domeño, una pequeña población valenciana: creada en 2005, ha convertido la tradicional peonza de madera en un sofisticado juguete de diseño que incluye accesorios como puntas giratorias o cuerdas fluorescentes y se vende en Holanda, Polonia, Alemania o Estados Unidos.

Otro caso de éxito es el de la compañía zaragozana Imaginarium, fundada en 1992, que no tiene fábricas pero sí marca y diseño propios, que comercializa en sus tiendas, de las que algo más de la mitad son franquicias. Actualmente cuenta con más de 380 puntos de venta en cerca de 30 países y cotiza en el mercado alternativo bursátil español. Es posible encontrar tiendas de la firma en Baréin, Hungría, Catar o Hong Kong.

Un ‘Silicon Valley’ del juguete

  1. Las jugueteras españolas, tradicionalmente exportadoras, invierten en marketing, investigación y desarrollo para competir en los mercados internacionales. Así, en el mismo lugar donde en los años 50 arrancaron los primeros talleres de fabricación de coches y muñecas se encuentra el Instituto Tecnológico del Juguete, impulsado por la asociación de fabricantes. Se encuentra en la localidad de Ibi (03), en la provincia de Alicante, que forma parte junto con los municipios de Onil, Biar, Tibi y Castalla del llamado “Valle del Juguete”, por la concentración de empresas del sector en la comarca.
  2. En el centro, que ocupa 4.500 m2, 70 expertos en distintos campos analizan y prueban todo tipo de productos, para garantizar tanto que son seguros como que cumplen con su función final: divertir a los usuarios. De hecho, uno de los servicios de que dispone es una ludoteca con visitas guiadas para familias, en la que los niños pueden jugar… y probar los productos.
  3. El Instituto presta también un amplio catálogo de servicios a la industria juguetera española y sus afines, desde la elaboración de prototipos a ensayos mecánicos y químicos, estudios de mercado, asesoramiento técnico, diseño gráfico e industrial, aplicaciones de nuevas tecnologías, gestión ambiental, electrónica e ingeniería industrial o formación. Además de su sede en Ibi,  cuenta con una delegación comercial en Hong Kong y una oficina en Francia. Y no por casualidad: la Unión Europea, segundo productor mundial de juguetes tras China, es también el principal destino de las exportaciones españolas del sector, en particular Portugal y Francia, y a mayor distancia, el Reino Unido, Alemania o Italia. Fuera de Europa, Estados Unidos se ha convertido en el primer cliente de los jugueteros españoles, duplicando sus compras en los últimos cinco años.

Algunos datos del sector

  • España es el cuarto productor mundial de juguetes, y el tercero de la Unión Europea.
  • En total, y según datos de la patronal de fabricantes, actualmente hay más de 180 jugueteras españolas, nueve de cada diez de pequeño o mediano tamaño.
  • El sector da empleo directo a unas 4.000 personas y genera otros 20.000 de forma indirecta. El 7,5% de los empleados trabaja en I+D+i.
  • El 66% de las empresas exportan sus productos. Las ventas exteriores representan alrededor de un 40% de su facturación como media, pero en algunos casos llega hasta el 80%.
  • Aunque durante la recesión económica algunas firmas trasladaron parte de la producción a China, el aumento de los costes de transporte y la apuesta por la calidad la han devuelto en parte a territorio español.
  • Muñecas, triciclos, patinetes y coches de pedal son los productos más exportados.