El puerto de Ceuta, una de las dos ciudades autónomas españolas, junto con Melilla, situadas geográficamente en el norte de África, es el cuarto en tráfico regular de pasajeros de todo el país: 2,1 millones de viajeros y cerca de medio millón de vehículos al año, según datos de 2019 de la Autoridad Portuaria ceutí. Y es que, debido a su peculiaridad geográfica –una superficie de solo 19 km2 y su ubicación en la península de Almina, entre el Mediterráneo y el Atlántico–, el mar es la principal vía de conexión con el resto del territorio español y avituallamiento para la ciudad, que recibe todo tipo de mercancías y suministros básicos, como materiales de construcción, combustibles e, incluso, agua. Además, el puerto es zona de tránsito para el tráfico de mercancías transfronterizo entre Marruecos y Europa.

La terminal es lo primero y lo último que ven los pasajeros que llegan o se van por vía marítima y es, por tanto, un edificio emblemático para la ciudad

Si bien desde 2004 la ciudad cuenta con un helipuerto perteneciente a la red de Aena donde operan vuelos regulares a Melilla, Algeciras y Málaga, el transbordador de alta velocidad es el principal medio de transporte de viajeros.  Actualmente tres navieras –Armas, FRS y Balearia– ofrecen numerosas conexiones diarias para pasajeros y vehículos entre Ceuta y Algeciras.

El puerto dispone de dos diques de abrigo, uno de 1.500 metros y otro de 500, conocidos como muelles de Poniente y de Levante, respectivamente. En el interior de la rada se encuentran dos muelles principales: en perpendicular a la costa, el muelle de España, donde se ubica la torre de control y se construyó la primera terminal de viajeros, y el muelle Cañonero Dato, donde se trasladó la estación marítima en los años 70 del siglo pasado y se construyeron cuatro atraques para transbordadores. El puerto dispone, además, de dársenas deportiva y pesquera, y marina seca.

Ubicación de la terminal marítima del puerto de Ceuta y zona de actuaciones. / IMAGEN_INECO

La terminal es pues, lo primero y lo último que ven los pasajeros que llegan o se van por vía marítima y es, por tanto, un edificio emblemático para la ciudad, apenas a un kilómetro del centro y a 4 de la frontera marroquí. Si bien se han realizado diversas reformas y actuaciones a lo largo de los años, el paso del tiempo, el incremento del tráfico marítimo, los cambios de la legislación en materia de infraestructuras, y, sobre todo, el reto de reforzar la seguridad ante riesgos globales como el terrorismo, entre otros, han planteado la necesidad de remodelar y ampliar las instalaciones.

Así, en 2017 la Autoridad Portuaria de Ceuta contrató un estudio de viabilidad de la nueva terminal, del que se extrajeron tres conclusiones principales: la necesidad de duplicar la superficie, de disponer de una nueva sala de preembarque y de separar los flujos de pasajeros que embarcan y desembarcan –lo que no ocurre actualmente– por motivos de seguridad. En 2019, encargó a Ineco el estudio de las posibles alternativas y la redacción del anteproyecto y el posterior proyecto constructivo de la nueva estación marítima, incluyendo aparcamientos y accesos, trabajos que finalizaron en octubre de 2020.

Instalaciones actuales

La actual terminal tiene una capacidad de tráfico máxima estimada de cuatro millones de pasajeros y un millón de vehículos. Además del edificio de viajeros, cuenta con cuatro atraques para buques, rampas RO-RO para carga y descarga de turismos y camiones, y una explanada con capacidad para 900 vehículos, con zonas separadas de embarque y desembarque. Entre ambas, se sitúan las instalaciones de control de billetes y policía, y al final de la zona de desembarque, el puesto de control del servicio fiscal de la Guardia Civil, que realiza la inspección de aduanas.

La terminal actual de pasajeros es un edificio con planta en forma de ‘T’ y dos pisos de unos 2.500 m2 cada uno. La fachada posterior da al muelle, donde se sitúan las pasarelas de embarque fijas y móviles (fingers) y el vial para vehículos, mientras que la principal da acceso a un espacio abierto con zonas ajardinadas y aparcamientos para autocares. A un lado se ubican la parada de taxis y un aparcamiento público, y al otro, el vial para embarque de vehículos y un aparcamiento privado, que se trasladará, ya que la nueva terminal proyectada por Ineco se ubicará en esta parcela.

La nueva terminal

El proyecto comprende la construcción de un nuevo edificio de viajeros contiguo al actual, actuaciones de mejora en dos de los atraques y sus galerías de acceso (los otros dos no se incluyen por haber sido renovados recientemente) y la reorganización y ordenación de aparcamientos y accesos. El plazo de ejecución de las obras que se estima es de 24 meses.

Plano general de situación de la nueva terminal, que en el exterior conectará con la existente mediante una gran marquesina en forma de ‘L’. / PLANO_INECO

En lo que se refiere a equipamientos, se instalarán modernos sistemas de suministro de agua y electricidad, saneamiento, protección contra incendios, seguridad y CCTV y telecomunicaciones.

El edificio conectará con la terminal actual por el interior en varios puntos, y en el exterior, se instalará una gran marquesina de más de 46 metros de longitud que dará unidad estética al conjunto y proporcionará a los viajeros un recorrido cubierto hasta la parada de taxis. Desde el lado tierra, la entrada principal se sitúa en la fachada sureste, cerca de la actual. Habrá, además, otros tres accesos secundarios, de uso restringido y como salidas de evacuación.

La nueva estación marítima se diseña para separar por completo los flujos de pasajeros de llegada y salida, un aspecto clave para la seguridad

Desde el punto de vista funcional, la nueva estación marítima se diseña para separar por completo los flujos de pasajeros de llegada y salida, un aspecto clave para la seguridad. Así ocurre con la distribución de las dos plantas de la construcción: la planta baja se abre a un gran vestíbulo que articula la terminal en dos zonas diferenciadas: por una parte el espacio público, con un vacío a doble altura, que alberga el acceso a la planta superior, los locales de checking, aseos y zona comercial; y por otra, una amplia zona de uso restringido, distribuida alrededor de un patio interno que permite la iluminación y ventilación del espacio, y fuera de la vista de los viajeros. En esta zona se ubican las nuevas dependencias para Policía Nacional y Guardia Civil, cuartos de instalaciones y otras dependencias.

La planta superior conecta con las galerías de acceso a los atraques de los buques. En ella se ubican las salas de preembarque y embarque, que incluye una sala de autoridades, y entre ambas, la zona de control de pasajeros, comunicada con las dependencias de las fuerzas de seguridad de la planta inferior, y equipada con escáneres de equipaje, puntos de control documental y salas de cacheo y rayos X.

Por otra parte, los pasajeros que desembarcan podrán acceder directamente desde las pasarelas al vestíbulo de la planta baja (pasando por la zona comercial) y de ahí al exterior. De este modo, toda la planta se configura para que ningún momento se crucen los flujos de viajeros. Se han previsto tres núcleos de escaleras y dos de ascensores, que también se distribuyen de forma que permitan el acceso independiente a las diferentes zonas de la terminal.

El proyecto constructivo incluye también actuaciones de mejora en los atraques y galerías de acceso 3 y 4, que consistirán principalmente en la sustitución de pavimentos y falsos techos, nueva iluminación, retirada de elementos en desuso, como cintas de equipaje y equipos antiguos de climatización, para dejar más espacio libre en los corredores; renovación de cerramientos y estructuras metálicas e instalación de zonas de asientos y descanso. Además, se mejorará la accesibilidad con pavimento tacto-visual y doble pasamanos con placa identificativa en Braille en las rampas de conexión entre pasarela y embarque.

En lo que se refiere a la urbanización y estacionamiento, se reordenan y jerarquizan los flujos de peatones y vehículos, de manera que no se produzcan intersecciones. Se disponen dos aparcamientos públicos para unos 280 vehículos, zonas de parada rápida y bolsa de taxis para 25 vehículos, siete dársenas para autobuses, una zona para vehículos de emergencia y otra para carga y descarga. El aparcamiento privado, de 48 plazas, se situará junto a la fachada sur.

Arquitectura: Juego de volúmenes

La nueva estación marítima de Ceuta se configura como un juego volumétrico de cajas superpuestas que configuran el espacio y la distribución interior del edificio. La nueva terminal se distribuye en dos plantas de una superficie aproximada de 3200 m2, separando flujos y necesidades públicas/privadas, donde las visuales entre ambas plantas juegan un importante papel, permitiendo una visión interior completa de la misma.

Su configuración estructural replica la retícula modular del edificio existente adaptándose a necesidades provocadas por grandes afluencias de viajeros y espacios amplios y diáfanos. El edificio se configura sobre un zócalo de placas cerámicas que hace que se integre con la terminal existente. Sobre el basamento sobresale un volumen a modo de linterna e hito visual, que se materializa con una fachada de muro cortina y una segunda piel de lamas cerámicas azules, que actúa como faro identificativo y regulador de la entrada de luz. El juego de volúmenes que sobresalen y el diseño antivandálico de la fachada dotan al edificio de mayor seguridad.

Un proyecto rentable para la sociedad

Ineco ha llevado a cabo una evaluación para determinar los beneficios socioeconómicos de la nueva terminal marítima.

Por Carmen Araújo, licenciada en Ciencias Económicas (Ineco)

FOTO_KAINITA-FLICKR (WIKIPEDIA)

El análisis coste-beneficio o evaluación económico-social es una técnica que permite medir en términos monetarios el aporte neto del proyecto al bienestar global, considerando el conjunto de la sociedad en su totalidad. Para determinar el beneficio social neto de la nueva terminal marítima del puerto de Ceuta se ha comparado la corriente de beneficios y costes que se generan a lo largo de un periodo de análisis con respecto a una situación de referencia (sin proyecto), y que se toma como base para establecer el análisis.

Con el incremento de capacidad y de superficie del nuevo edificio, se prevé mejorar tanto la funcionalidad como la seguridad de la terminal. Aunque el proyecto pretende ampliar la capacidad del puerto de Ceuta para gestionar viajeros, no se espera un efecto significativo a la hora de atraer o generar tráficos. Por tanto, una de las premisas que se ha considerado es que los principales afectados por el proyecto son los usuarios del puerto, principalmente los viajeros de la línea Ceuta-Algeciras.

RENTABILIDAD ECONÓMICO-SOCIAL.

Los resultados obtenidos arrojan unas cifras finales positivas para la valoración socioeconómica, aun estando basados en supuestos conservadores. Los beneficios derivados de los ahorros de tiempo en el embarque son lo suficientemente altos como para compensar el incremento de costes de operación y amortizar la inversión inicial necesaria. Desde el punto de vista económico-social, se obtiene una TIR (Tasa Interna de Retorno) superior a la tasa de descuento del 3,0%, por tanto, ofrece un VAN (Valor Actual Neto) positivo, por lo que se asegura la rentabilidad del proyecto y se establece la oportunidad de este.  

El puerto, pulmón de Ceuta

Por Carlos Delgado, ingeniero de caminos (Ineco)

El puerto de Ceuta juega un papel esencial para garantizar la movilidad y el abastecimiento de la ciudad autónoma. En particular, los más de 2,1 millones de pasajeros gestionados por sus instalaciones en el año 2019, le sitúan en el cuarto lugar por volumen de pasajeros en régimen de transporte del conjunto del sistema portuario de titularidad estatal, a lo que hay que añadir los casi 450.000 vehículos en régimen de pasaje y las más de 1,7 millones de toneladas (sin contar pesca, avituallamiento y tráfico interior) gestionadas por la Autoridad Portuaria ceutí.

Poniendo el foco en la movilidad de viajeros, la práctica totalidad de los pasajeros gestionados por el puerto de Ceuta realizan el trayecto entre la ciudad autónoma y el puerto de Algeciras. Dicha línea marítima, que es una de las 13 líneas marítimas de cabotaje declaradas de interés público, es operada por tres navieras (Balearia, Transmediterránea/Armas y FRS) con una oferta conjunta de aproximadamente 18 rotaciones diarias, prestadas generalmente con buques NGV (Naves de Gran Velocidad, coloquialmente conocidos como ferris rápidos).

Adicionalmente, cabe resaltar la fuerte componente estacional que experimenta la demanda de viajeros durante los meses estivales, en gran medida motivada por la Operación Paso del Estrecho. La gran afluencia de ciudadanos de origen magrebí residentes en Europa que aprovechan sus vacaciones para visitar sus países de origen en el norte de África, conlleva que la demanda total mensual existente en la línea llegue a triplicarse durante los meses de julio y agosto para el sentido Algeciras-Ceuta y en agosto y septiembre para el sentido opuesto. Asimismo, dicho fenómeno también modifica la distribución entre pasajeros residentes en Ceuta (que cuentan con una bonificación en el precio del billete) y no residentes, al pasar de ser aproximadamente un 50% los viajeros no residentes en los meses no estivales a registrar durante los meses de julio, agosto y septiembre una participación media cercana al 70%.

La relevancia del Puerto de Ceuta en la movilidad, accesibilidad y cohesión territorial de la ciudad autónoma cobra mayor importancia al ser la principal alternativa de conexión con la Península. Si bien Ceuta cuenta desde el año 2004 con un helipuerto perteneciente a la red de Aena, el volumen de pasajeros transportados fue de aproximadamente 33.000 personas en 2019 (con servicios que conectan Ceuta con las ciudades de Algeciras y Málaga), lo que apenas representa el 1,6% del total de los viajeros transportados por vía marítima.

De otra parte, de los 1,7 millones de toneladas gestionadas por la Autoridad Portuaria de Ceuta, aproximadamente 355.000 toneladas (más del 20%) se movilizan en la línea marítima de interés público que conecta la ciudad autónoma con Algeciras. En este segmento de mercancías no se aprecia la componente estacional que se observa en el transporte de viajeros, aunque los flujos se encuentran bastante desequilibrados habitualmente al arribar a Ceuta los camiones cargados siendo su retorno en vacío.

Para finalizar, la experiencia de Ineco en la realización de estudios de demanda de transporte en todos los modos (carretera, ferroviario, aéreo y marítimo) la convierte en una empresa de referencia a la hora de abordar este tipo de análisis.