España, con 48,3 donantes de órganos por millón de habitantes en 2018, está muy cerca de conseguir el objetivo de alcanzar los 50 donantes, junto con el de llegar a 5.500 trasplantes anuales en 2022. Esta tasa duplica la media de la Unión Europea y supera la de EEUU, 32,8. Las cifras dan cuenta del éxito de un sistema que empezó a desarrollarse hace 30 años, cuando apenas se contabilizaban en el país 15 donantes por millón de habitantes.

La OMS calcula que entre un 5 y un 10% están relacionados con el tráfico ilegal de órganos, una práctica contra la que España ha presentado y logrado aprobar varias resoluciones ante Naciones Unidas.

Hoy, la Organización Mundial de la Salud (OMS), Naciones Unidas o el Consejo de Europa promueven la adopción del modelo español en otros países como alternativa al tráfico de órganos y al “turismo de trasplantes” (en España, solo pueden ser receptores ciudadanos españoles o extranjeros con residencia legal). Dentro de la Unión Europea ya han implantado el modelo, de forma total o parcial, Croacia, Italia, Francia, Portugal, República Checa, Hungría o Austria; y en el resto del mundo, países como Australia y Canadá han incorporado elementos del sistema. Además, desde hace 15 años, España mantiene una red de asesoramiento y formación con los países de América Latina. En todos ellos han aumentado tanto las tasas de donación como las de trasplantes.

Desde 2006, España colabora con la OMS gestionando el Registro Mundial de Trasplantes, según el cual en torno a 2 millones de personas al año necesitarían un trasplante, aunque solo se realizan unos 145.000. / FOTO_HOSPITAL CLÍNIC BARNA (A. CREUS y Á. GARCÍA)

El Spanish model empezó a articularse en 1989, con la aprobación de una ley basada en los principios de anonimato total y altruismo por parte del donante y su familia, con respeto total a su voluntad, así como de absoluta equidad en la distribución de los órganos disponibles entre los enfermos en espera según criterios médicos. Además, se definía la llamada “muerte encefálica” como equivalente científico legal y ético de la muerte “clásica” del individuo, y que debía ser diagnosticada por un equipo de médicos independiente del de trasplante.

Una carrera contra el tiempo

La ley, desarrollada posteriormente, establecía también la creación de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), dependiente del Ministerio de Sanidad. Este organismo se encarga desde entonces de gestionar y coordinar un doble proceso, que empieza con la detección de posibles donantes en los hospitales –mediante la figura de un coordinador o equipo, según el tamaño del centro–, la obtención del consentimiento de las familias y la puesta en marcha el proceso de extracción, conservación y traslado urgente de los órganos al hospital donde se realizará el trasplante. Simultáneamente, se localiza y traslada para su ingreso a los pacientes receptores compatibles, en una carrera contra el tiempo en la que el margen antes de que los órganos empiecen a deteriorarse, llamado tiempo de isquemia, es de apenas unas horas: el más reducido, en corazón y pulmón, en torno a unas 3-4 horas, y algo más largo, en el caso del riñón, el tipo de trasplante más frecuente. Debido a esto, y aunque el criterio predominante siempre es el médico y la gravedad del paciente, se aplica un criterio territorial para reducir al mínimo la distancia y evitar el deterioro de los órganos. La excepción es lo que se denomina una “urgencia cero”, es decir, un paciente tan crítico que tiene prioridad absoluta en todo el territorio nacional.

Homenaje a todos los profesionales de trasplantes por parte de la ciudad de Madrid. / FOTO_AYUNTAMIENTO DE MADRID

Y aunque según la ONT todavía alrededor de un 10% de los enfermos fallecen en espera, en los últimos 30 años más de 51.000 españoles han cedido sus órganos –de los que más de 5.000 han sido donantes vivos de riñón o hígado–, y se han llevado a cabo más de 116.000 trasplantes.

Actualmente, según el Ministerio de Sanidad, nueve de cada diez familias españolas consienten la donación de órganos, cada uno de las cuales ofrece a los pacientes que los reciben literalmente años de vida: de acuerdo con la Organización Nacional de Trasplantes, entre 31 y 56 años dependiendo del número de órganos.

Claves del modelo español de trasplantes

  • La figura del coordinador (o equipo de coordinación) de trasplantes en los hospitales para gestionar la donación inmediata, generalmente médicos intensivistas.
  • La identificación de potenciales donantes, tanto en los hospitales (UCIs, urgencias, ingresos), como en entornos extrahospitalarios (donación en asistolia o muerte circulatoria), y considerar donantes a mayores de 65 años.
  • Financiación pública del sistema, con reembolso de los gastos de la extracción y trasplante a los hospitales, lo que permite participar a los centros más pequeños. Para el paciente todo el proceso es completamente gratuito.
  • Formación continua de los profesionales sanitarios.
  • El papel de la ONT como agencia de servicios y de coordinación entre diferentes administraciones.
  • Legislación para definir y regular todo el proceso.
  • Labor divulgativa y atención continuada a los medios de comunicación, al objeto de aumentar el conocimiento de la población.

Fuente: ONT