El aeropuerto internacional Simón Bolívar se encuentra localizado al extremo norte de la República de Colombia, a 16,5 kilómetros de la ciudad de Santa Marta, capital del departamento de Magdalena. Entre los principales atractivos turísticos de la región figuran la Sierra Nevada de Santa Marta, el parque Tayrona y las ciudades de Barranquilla y Cartagena, dos de las más importantes del país.

Inaugurado hace 60 años, en las últimas décadas el turismo y el desarrollo económico de la región han impulsado el crecimiento del tráfico del aeropuerto, que ha pasado de los 532.000 pasajeros de 2009 a 2,4 millones en 2019 –principalmente, tráfico doméstico– con una tasa de crecimiento anual compuesto del 16,5%. Para atender este incremento se ha llevado a cabo un proceso de modernización en 2017, con nuevas instalaciones: torre de control, terminal de pasajeros y aparcamientos.

En las últimas decadas, el turismo y el desarrollo económico de la región han impulsado el crecimiento del tráfico del aeropuerto con 2,4 millones de pasajeros en 2019

Actualmente el aeropuerto cuenta con una pista 01-19 de 1.700 metros de longitud y 40 metros de ancho, desde la que se accede mediante dos calles de rodaje a una plataforma de seis puestos para estacionamiento de aeronaves comerciales, dos aeronaves de aviación general y un puesto para helicópteros. El edificio terminal, de 14.600 m2, se distribuye en tres plantas. Además dispone de un aparcamiento soterrado para coches y motos, y otro en superficie para taxis y autobuses. El acceso por carretera se realiza desde la Troncal del Caribe, una de las vías más importantes del país.

No obstante, las inversiones para impulsar el turismo en la región de Magdalena hacen prever un crecimiento del tráfico internacional en los próximos años. Así se refleja en las prognosis de tráfico del Plan Maestro que ha elaborado el consorcio UTE APM Simón Bolívar, liderada por Ineco y del que también forma parte la ingeniería española Ivicsa. El Plan fue aprobado por Aeronáutica Civil de Colombia, Aerocivil, en diciembre de 2020.

Planes de futuro

El plan maestro es el producto estrella de la planificación de un aeropuerto. En él se establecen las líneas de desarrollo y crecimiento para diferentes horizontes de tráfico. Partiendo de la situación actual, se estudia la demanda potencial en distintos horizontes temporales. El fin es determinar qué necesidades de infraestructuras y servicios va a requerir, en qué momentos –incluyendo una estimación de los costes–, de acuerdo a los estándares internacionales de seguridad y calidad de servicio.

Además, se evalúa el impacto de la actividad aeroportuaria en el entorno y se coordinan las actuaciones con las autoridades aeronáuticas, la comunidad, y las entidades y administraciones locales y regionales. El paso final es la aprobación del Plan por la autoridad aeronáutica estatal, Aerocivil en el caso de Colombia. Para cumplir de forma adecuada con estos objetivos, un Plan Maestro debe actualizarse periódicamente y cuando los cambios de la demanda lo requieran.

Ineco cuenta con más de 20 años de experiencia en la elaboración y actualización de planes maestros, tanto en los aeropuertos españoles de la red de Aena como en el exterior: México, Kuwait, etc.

DESARROLLOS PROPUESTOS. Resumen de las propuestas de desarrollo del Plan Maestro, en comparación con los límites actuales del aeropuerto, marcados en verde. / PLANO_UTE APM SIMÓN BOLÍVAR

El primer paso: predecir la evolución del tráfico

Para desarrollar el Plan Maestro, los expertos aeroportuarios de Ineco empezaron por elaborar las previsiones de tráfico del aeropuerto Simón Bolívar a corto, medio y largo plazo, teniendo en cuenta factores como el crecimiento previsto del turismo internacional. Tras un exhaustivo análisis se determinaron distintos horizontes de tráfico: a corto plazo se alcanzaría un volumen de 3,5 millones de pasajeros con 27.400 operaciones; a medio plazo, 4,5 millones de pasajeros y 35.000 operaciones; y a largo plazo, 7,3 millones de pasajeros y más de 52.000 movimientos de aeronaves. Dadas las inversiones de los últimos años para impulsar el turismo en la región de Magdalena, se estimó que casi el 5% de este tráfico podría ser internacional.

Tras elaborar la previsión de tráfico se determinaron las necesidades de la infraestructura actual. Se detectó que la longitud de la pista existente limitaba la operativa a destinos potenciales internacionales de la región, por lo que se requería ampliar su longitud. Además, se concluyó que tanto la terminal como la plataforma estaban próximos a su saturación, pero que por la proximidad del aeropuerto al mar se impedía su crecimiento en su ubicación actual.

Así pues, para responder a la evolución del tráfico prevista, la actuación clave sería aumentar la longitud de la pista para alcanzar nuevos destinos hasta las 2.000 millas náuticas (como Nueva York o Ciudad de México), así como la adecuación del campo de vuelos a la normativa internacional. Para ello, el Plan Maestro propone diferentes alternativas de crecimiento, que se han evaluado a través de una matriz multicriterio que contemplaba conceptos como: navegación aérea y operatividad; costes y adquisición de terrenos, afecciones urbanísticas, ruido y restricciones por superficies limitadoras de obstáculos; constructibilidad, impacto sobre otras infraestructuras e impacto ambiental.

Soluciones propuestas

Una vez estudiadas las necesidades y las diferentes alternativas de desarrollo, el Plan Maestro definió las principales actuaciones a llevar a cabo en cada horizonte de tráfico. Las más destacadas son la ampliación de la pista de vuelos sobre la plataforma marítima, para la que Ineco ha desarrollado un diseño durante el año 2021, así como el traslado de la operativa de tráfico comercial al este de la pista, lo que conlleva la construcción de nuevas calles de rodaje, plataforma, nuevo edificio terminal, aparcamientos, accesos y otras instalaciones.

Los objetivos son, en conjunto, mejorar la seguridad operacional de la instalación, hacer frente a la demanda prevista y permitir la implantación de nuevas actividades asociadas al entorno aeroportuario, así como facilitar su posible desarrollo incluso más allá del horizonte de estudio considerado en el documento.

En el campo de vuelos, se propone ampliar la pista hacia el sur, para facilitar las carreras de despegue de 2.040 metros. De esta forma, se hacen posibles operaciones a JFK con aeronaves modelo A320 Neo sin penalizaciones en pasaje. Además, se propone también adecuar la franja de pista a 150 metros de ancho y dotar ambas cabeceras de áreas de seguridad de extremo de pista (RESAs), de acuerdo con lo establecido en el RAC 14 (Reglamentos Aeronáuticos de Colombia).

Para llevar a cabo estas actuaciones se propone ejecutar escolleras y rellenos de tierras para ganar terreno al mar y desviar la línea férrea que discurre próxima al actual campo de vuelos. Estas actuaciones, que están orientadas a maximizar la capacidad de las instalaciones actuales hasta los 3,2 millones de pasajeros anuales, se realizarán en un corto plazo estratégico, para poder atender el tráfico esperado en los próximos años.

En un medio plazo se trasladaría la operativa comercial al este del campo de vuelos, permitiendo una gran expansión del aeropuerto: nueva plataforma, un nuevo edificio terminal, aparcamientos y las instalaciones complementarias para su puesta en servicio (SSEI, central eléctrica, etc.). Ya en el último horizonte, para atender el tráfico de 7,3 millones de pasajeros sería necesaria la ampliación de la plataforma, alcanzando los 13 puestos de estacionamiento de aeronaves, la ampliación del edificio terminal hasta 35.000 m2 y los diferentes aparcamientos en superficie desarrollados en fases previas.

Además, se propone un nuevo acceso por carretera desde la Troncal del Caribe, que junto con la línea ferroviaria de FENOCO (Ferrocarriles Nacionales de Colombia) potenciará una posible conexión intermodal, de vital importancia de acuerdo a los proyectos estratégicos contemplados para el Distrito Turístico, Cultural e Histórico de Santa Marta.

Esta intermodalidad favorecerá también el desarrollo de una zona en el aeropuerto para actividades complementarias, (como FBO, ILEs –Instalaciones Logísticas Especializadas–, mantenimiento o carga) para las que se reservan terrenos, en línea con la visión estatal estratégica de la Aeronáutica Civil. Las instalaciones actuales al oeste de pista se destinarán a la operativa de aviación general (FBO) u otros usos.

El Plan Maestro incluye también una estimación de las inversiones necesarias, que se distribuirían, aproximadamente, un 35% en el corto plazo, el 51% en el medio y el 14% restante en el largo plazo.

Las principales actuaciones, en resumen

Campo de vuelos

  • Desplazamiento del umbral 19 (144 metros) y ampliación de pista 484 metros hacia el sur, ganando terreno al mar; TORA total de 2.040 metros.
  • Ampliación de la franja de pista a 2.160 x 150 metros.
  • RESA de 90 x 80 metros en ambas cabeceras de pista.
  • Nuevas plataformas de viraje en pista y rodajes de conexión con nueva plataforma en la zona este.

Plataforma, terminal de pasajeros y aparcamientos

  • Nueva plataforma con 13 puestos de estacionamiento para aeronaves tipo C.
  • 2.700 m2 de estacionamiento para equipos de handling.
  • Nuevo edificio terminal de 35.000 m2.
  • 530 plazas para vehículos privados, 100 plazas para taxis y 50 plazas para buses.

Otras

  • Desvío de la línea férrea y nuevo acceso.
  • Instalaciones complementarias: central eléctrica, instalaciones de combustible, zona de carga, etc.

Una ciudad de leyenda en un santuario de aves

Santa Marta, con un territorio único que combina las playas caribeñas con ecosistemas de alta montaña y bosques tropicales junto a la costa, es uno de los destinos turísticos más visitados por los visitantes colombianos y, cada vez más, por los internacionales.

Los principales atractivos de Santa Marta son, además de las playas, el Parque Nacional Natural Tayrona, declarado Reserva de la Biosfera de la UNESCO. El parque es un santuario de aves que mueve un tipo de turismo en auge, el de la observación de aves, en el país del mundo con mayor diversidad de especies aladas, con más de 1.900, 70 de ellas endémicas –Magdalena tiene el récord del país con 36–, y el que alberga mayor variedad de colibríes del planeta, con 177 especies. Según datos del Ministerio Comercio, Industria y Turismo colombiano, el aviturismo será una actividad económica en crecimiento en los próximos años, que atraerá a casi 15.000 visitantes extranjeros y generará 9 millones de dólares y más de 7.500 empleos.

Además de las aves, el parque, de 383.000 hectáreas, cuenta con otros tesoros naturales, como la montaña nevada más alta en todo el mundo a orillas del mar, y los picos más elevados de Colombia (Colón y Bolívar, de 5.775 y 5.560 metros de altura, respectivamente), y el Parque Arqueológico de la Ciudad Perdida, conocida también como Teyuna. Las ruinas son los restos de la antigua capital de la civilización Tayrona, que aún pervive en la comunidad indígena de la zona, con más de 30.000 personas. La ciudad, conocida como el “Machu Picchu colombiano”, se sitúa entre 900 y 1.300 metros de altitud en medio de la selva, y fue construida hacia el año 700 sobre terrazas para evitar la erosión de la lluvia. Solo se puede acceder a ella a pie durante una ruta guiada de varios días, a cargo de varias agencias autorizadas.