Los premios a la gestión y planificación urbanística de Medellín se han ido sucediendo a lo largo de los últimos años hasta recibir en 2016 el máximo galardón posible para una ciudad: el Lee Kuan Yew World City Prize. Este prestigioso título –solo compartido con las ciudades de Suzhou, Nueva York y Bilbao– se concede tras valorar
meticulosamente iniciativas concretas para transformar un entorno urbano generando beneficios sociales, económicos y ambientales que sirvan de modelo a las comunidades de todo el mundo.

La gestión del transporte en la ciudad tiene mucho que ver en este éxito. Más de 20 años de ‘Cultura Metro’ han dado como resultado una significativa reducción de la desigualdad y un auge de civismo y modernidad. Con su política de transporte social, positiva y combativa, Metro de Medellín es la antorcha que lleva 22 años iluminando nuevos caminos en esta ciudad de 2,5 millones de habitantes que en el pasado fue paradigma de peligrosidad. Una red de transporte masivo que engloba metro, Metrocable, autobús y tranvía, con un sistema de billete único, ha logrado unir a los barrios y sacar a su gente de los guetos. También reducir la congestión del tráfico y los niveles de ruido y polución. Y lo que es más, lograr convertirse en un sistema de transporte urbano ejemplar gracias a la participación ciudadana.

METROCABLE. Tras 20 años, se aprecia una significativa reducción de la desigualdad y un auge de civismo y modernidad. En la imagen, la Línea K, en dirección a Santo Domingo Savio. / FOTO_GUÍA OFICIAL DE MEDELLÍN (FLICKR)

En la entrevista de Itransporte a Tomás Elejalde, el gerente general de Metro de Medellín nos señala que “uno de nuestros proyectos más innovadores es el Metrocable, pues si bien la tecnología del teleférico ha existido desde hace muchos años, Medellín fue la primera ciudad en el mundo en usarla para crear una línea de transporte masivo de mediana capacidad, integrado a una red multimodal como la que opera Metro de Medellín”. Elejalde añade que este sistema era necesario debido a las condiciones geográficas de Medellín y su área metropolitana, asentada en un valle estrecho cuyas laderas son ocupadas por personas de escasos recursos económicos. “Gracias a los Metrocable, los habitantes de estos barrios pudieron integrarse de forma ágil, económica y segura con el resto del territorio. En la actualidad, tenemos cuatro en operación comercial, uno más en proceso de construcción y otro cuya construcción ya se adjudicó”, concluye.

Desde 2011, Ineco colabora con Metro de Medellín, entre otros trabajos, en la renovación de su flota, supervisando el diseño, fabricación, recepción y puesta en servicio de los nuevos trenes de CAF, incluyendo los equipos de señalización (ATC) embarcados.