Por la estación ferroviaria Pennsylvania (Penn Station) de Nueva York pasan cada año más viajeros que por los aeropuertos JFK, Newark y La Guardia juntos. Con más de 650.000 usuarios al día y conexiones al metro y líneas de autobús y taxis, es la estación ferroviaria más concurrida de todo EEUU y sufre de una fuerte congestión que repercute en el bienestar y la comodidad de los usuarios, ya que el espacio disponible y las instalaciones no se diseñaron para un volumen tan elevado de viajeros. Además, en 1963 se demolió gran parte de la estación original para construir el Madison Square Garden. Desde entonces, el número de viajeros se ha triplicado.

La previsión es que Moynihan esté operativa a comienzos de 2021, lo que supone un reto de gran complejidad

Tras años de proyectos y negociaciones, finalmente el Estado de Nueva York, a través de la empresa pública Empire State Development Corporation (ESD) ha llegado a un acuerdo con el inversor y concesionario privado (Related-Vornado) para convertir el Farley Post Office en un moderno intercambiador ferroviario soterrado en pleno centro de Manhattan. El complejo ferroviario se completa con el edificio Farley, situado frente a Penn Station, una espectacular construcción que ocupa dos manzanas –32,000 m2– terminada en 1913, que hasta ahora albergaba la principal oficina de correos de Nueva York.

El proyecto, bautizado como ‘Moynihan Train Hall’, en honor al senador que lo impulsó hace tres décadas, dará servicio a dos operadores: Amtrak con 16 líneas de media y larga distancia, y Long Island Rail Road (LIRR), dependiente de la Autoridad Metropolitana de Transporte de Nueva York, con 10 líneas de cercanías. Entretanto, se están acometiendo actuaciones en la estación actual (nuevos accesos, renovación del sistema de información al viajero, etc.), para aliviar la saturación y mejorar la calidad del servicio mientras se construye el nuevo intercambiador.

La previsión es que Moynihan esté operativa a comienzos de 2021, lo que supone un reto de gran complejidad. Por ello WSP USA, que actúa como program manager (supervisor global del proyecto) para ESD (Empire State Development), seleccionó la propuesta de Ineco en septiembre de 2018  para prestar los servicios ORAT (Operational Readiness and Transfer, puesta en marcha y transición operativa) de las nuevas instalaciones.

Un mes después, la compañía empezó a trabajar para que todo esté listo para la puesta en servicio. Para ello, y mientras se ejecutan las obras, se requiere coordinar la intervención de una larga lista de participantes: propietarios, contratistas, arquitectos, arrendatarios e inversores privados, y numerosos departamentos de la administración municipal, estatal y federal.

Los trabajos de Ineco incluyen la planificación de todo el proceso de puesta en operación y apertura al público del Moynihan Train Hall

Los trabajos de Ineco incluyen la planificación de todo el proceso de puesta en operación y apertura al público del Moynihan Train Hall. Se prolongará durante 30 meses e incluye la coordinación de los diferentes grupos de trabajo, la planificación y ejecución de las pruebas de operación (trials), el diseño y realización de la familiarización y orientación del personal de los diferentes participantes en el proyecto y la culminación del proceso con el traslado operativo y la apertura. Todo ello aplicando la metodología ORAT que Ineco ha ido desarrollando y mejorando a lo largo de los años y que ha demostrado su eficacia.

UNA ESTACIÓN CENTENARIA… DEL SIGLO XXI

El edificio James A. Farley, uno de los más emblemáticos de la ciudad, fue diseñado por los mismos arquitectos que la estación Penn, (McKim, Mead y White) y declarado ‘monumento histórico’ de Nueva York en 1966.

El proyecto incluye 11 escaleras mecánicas y 7 ascensores, que darán servicio a 9 andenes y 17 vías. En los niveles superiores, el gran espacio central, antigua sala de clasificación de correo, estará cubierto por un nuevo tragaluz de acero y cristal de 23.690 metros cuadrados, que alcanza una altura de 28 metros. En este espacio, iluminado con luz natural, se instalarán puntos de venta de billetes, salas de espera, zonas de tratamiento de equipajes, así como espacios comerciales y servicios de restauración. El edificio albergará también zonas para carga y contará también con un espacio reservado al Servicio Postal de los Estados Unidos. La nueva estación estará equipada con los más modernos sistemas de señalización e información a los viajeros.

La reforma respetará los elementos históricos del edificio, como la espectacular escalinata y la fachada con 20 enormes columnas corintias con su célebre friso dedicado al servicio de Correos, donde se puede leer una inscripción del historiador griego Heródoto: «Ni la nieve, ni la lluvia, ni el calor, ni la oscuridad de la noche evitan que los mensajeros concluyan sus rondas designadas«. Las ventanas y elementos decorativos interiores, como las molduras o las baldosas de terracota, también se conservarán.

Experiencia de Ineco en ORAT

La compañía cuenta con dos décadas de experiencia en la puesta en marcha de grandes infraestructuras de transporte en España, tanto en aeropuertos (más de 20, entre ellos los de Madrid, Barcelona, Alicante y Málaga) como en una treintena de estaciones ferroviarias (entre ellas las más grandes del país, Atocha y Sants). En el exterior, desde 2014, está trabajando con Aena Internacional en la puesta en marcha de la nueva terminal del aeropuerto de Abu Dabi, la Midfield Terminal Complex, con capacidad para más de 30 millones de pasajeros.

En 2017, Ineco trabajó por primera vez en EEUU, colaborando con la compañía Arcadis en la definición del alcance del proyecto para la puesta en servicio y transición operativa de la nueva terminal del aeropuerto internacional Newark Liberty de Nueva Jersey, para la Autoridad Portuaria de Nueva York. La nueva terminal, en avanzado estado de ejecución, sustituirá a la denominada ‘Terminal A’, inaugurada en 1973 y la más antigua de las tres con que cuenta el aeropuerto.