El alojamiento es una parte vital de la experiencia de cualquier turista y a menudo llega a condicionar la elección del destino. España cuenta con 16.000 establecimientos hoteleros, 14.000 alojamientos de turismo rural, 150.000 apartamentos turísticos y más de un millar de campings, con propuestas que sobresalen por su exquisitez u originalidad. Según un reciente estudio del buscador Trivago, España, con 335 establecimientos, es el séptimo país del mundo con más hoteles de cinco estrellas, solamente superado por China, Turquía, México, Italia, India y Grecia. El lujo es un sector en auge en todo el mundo y los alojamientos de esta categoría han encontrado nuevos caminos para ofrecer lo mejor de lo mejor a sus clientes, incluyendo elementos como la arquitectura, el diseño de interiores, el paisaje o la cocina de autor.

Hoteles con estrellas… Michelín

La alta gastronomía contemporánea es una de las grandes apuestas del sector hotelero español de cinco estrellas. De hecho, un buen número de restaurantes distinguidos con estrellas Michelín se encuentran situados en hoteles: en Madrid, Ramón Freixa, en el Hotel Único; DiverXo, de David Muñoz, en el Hotel NH Collection; Santceloni, de Óscar Velasco, en el Hesperia; o Kabuki, de Ricardo Sanz, en el Hotel Wellington. En Barcelona, el hotel-restaurante Abac, de Jordi Cruz; el restaurante creativo de Sergi Arola, en el Hotel Arts; o el dirigido por el equipo del chef Martín Berasategui (que acumula siete estrellas Michelín), en el nuevo y exclusivo Monument Hotel.

España cuenta con 16.000 establecimientos hoteleros, 14.000 alojamientos de turismo rural, 150.000 apartamentos turísticos y más de un millar de campings

Esta exitosa simbiosis entre la cocina de autor y el sector hotelero se da también en el Hard Rock Hotel, de Ibiza: por unos 1.500 euros por persona un máximo de 12 comensales pueden disfrutar de ‘Sublimotion’, un espectáculo gastronómico interactivo y multisensorial diseñado por el chef Paco Roncero. En Sardón de Duero, en Castilla-León, se encuentra el Hotel-Gourmet Abadía-La Retuerta, bajo la batuta del chef Andoni Adúriz, con su triple oferta de restauración.

Arquitectura y paisaje

Otro concepto de lujo es el del espacio y el entorno: algunos establecimientos optan por ofrecer al visitante su arquitectura singular como un elemento más del paisaje, sea natural o urbano. Es el caso del hotel Marqués de Riscal, diseñado por el arquitecto Frank Gehry (autor del Museo Guggenheim, de Bilbao), rodeado de viñedos, o el Hotel W, de Barcelona, un ultramoderno rascacielos en forma de vela. El Hotel Viura, en Villabuena de Álava, combina un edificio moderno con un entorno histórico. En otros casos, es el propio edificio el que tiene un valor monumental, como el Palacio de Villapanés, en Sevilla; la antigua fortaleza que acoge el Hotel Cap Rocat, en Mallorca; o los 96 Paradores Nacionales, 45 de los cuales se ubican en castillos, monasterios, palacios o recintos históricos.

En el otro extremo, se encuentra la cadena española Room Mate, que apuesta por un diseño de interiores vanguardista, por las nuevas tecnologías –ofrece wifi gratuito y alquiler de ipads, entre otros servicios– y sobre todo, por ubicaciones céntricas en cada ciudad. Dirigida a un público joven y urbanita, está presente en Madrid, Barcelona, Oviedo, Granada, Málaga y Salamanca, además de en Miami, Nueva York, México D.F., Florencia, Ámsterdam y Estambul.

Ecología y lujo se compatibilizan en el Vivood Landscape Hotel (Alicante), un ‘hotel paisaje’ que aúna su arquitectura sostenible e integrada en el entorno, con servicios exclusivos y actividades en la naturaleza. En Les Colls Pavellons (Girona), el huésped duerme en un cubículo de cristal desprovisto de muebles y en pleno bosque; pero quienes prefieran el paisaje desértico pueden optar por alojamientos igual de inusuales como el Aire de Bardenas (Navarra), o el Hotel Cueva, con sus habitaciones bajo tierra, en pleno desierto de Los Monegros (Aragón). Por último, el Hotel Consolación (Teruel), ofrece sus vanguardistas ‘kubes’ situados junto a la ermita del siglo XIV que le da nombre,en un oasis boscoso de pinos, almendros y olivos.

El lujo del bienestar

Aunque los tratamientos de belleza, salud y descanso son servicios tradicionalmente presentes en la oferta hotelera, la tendencia actual va más allá hasta convertirlos por sí mismos en protagonistas absolutos del establecimiento y de la experiencia del cliente. Es el caso del Sha Wellness, en la localidad alicantina de Altea, o el Jumeirah Port Soller en Mallorca, propiedad del grupo que gestiona el célebre Burj Al Arab de Dubái, el hasta ahora único hotel de siete estrellas del mundo.

Glamping

Incluso el sector del camping cuenta con una oferta fuera de lo convencional, desde establecimientos con servicios e instalaciones más propias de un resort de lujo como el Marjal Costa Blanca de Alicante –premiado como el mejor de España– a otros que se inscriben en la tendencia del glamping, término derivado de camping y glamour: disfrutar de la naturaleza sin renunciar a la comodidad. Las opciones son muchas: cabañas en los árboles –Las cabañas del País Vasco, en Zeanuri; Basoa suites, en Navarra– jaimas árabes o yurtas de Mongolia –Casa de Laila o Cloud House, en Málaga; Refugio Marnes, en Alicante o Lanzarote Retreats, en Canarias–, burbujas para observar las estrellas –Mil Estrelles, en Girona–, cabañas tipo safari, antiguos vagones de tren o carromatos cíngaros –Casa del Mundo, en Alicante; Vagón Rural, en Murcia– y hasta cuevas o chozas, eso sí, con decoración y equipamiento contemporáneos: Braña La Code, en Asturias; o Casas Karen, en Cádiz.