El pasado 24 de marzo de 2021, Adif hizo público el nuevo Sistema de Información Geográfica (SIG) del Corredor Mediterráneo para celebrar el Año Europeo del Ferrocarril. La necesidad de desarrollar un SIG nace como respuesta a las instancias de los actores institucionales, económicos y sociales que recibía la Oficina del Comisionado: disponer de un espacio de consulta oficial, accesible y sencillo, pero a la vez,  técnica y gráficamente, detallado.

Los SIG aplicados a los corredores transeuropeos cuentan con experiencias interesantes y pioneras, como el mapa interactivo TENtec de la Comisión Europea sobre los 9 corredores transeuropeos o bien el CIS (Corridor Information System) del Corredor Rin-Alpino. Sin embargo, ambos casos no consiguen conjuntar la precisión y la cantidad de la información, la rapidez de consulta y la facilidad de utilización que la sociedad de la información exige hoy en día. Por esta razón, Adif hizo hincapié en que el SIG del Corredor Mediterráneo fijara cuatro objetivos fundamentales: una información actualizada de su desarrollo; mostrar su complejidad, identificando todos los nodos de conexión; su vocación trasfronteriza y europea, y la visualización del trabajo de la Oficina y el seguimiento de las obras. La materialización de estos objetivos en este portal interactivo ha llamado la atención en la UE, donde se ha recibido con interés esta herramienta. La excelente acogida del desarrollo, que superó los 10.000 accesos en el primer mes, ha llevado a Adif a prever desarrollar un SIG también para el Corredor Atlántico.

El Corredor Mediterráneo en situación futura (Portal Cartográfico).

Para cumplir con los objetivos mencionados, se ha desarrollado una metodología de trabajo específica y articulada en varias fases bajo la dirección de la Oficina del Corredor Mediterráneo. En primer lugar, ha sido necesario diseñar bases de datos ad hoc para catalogar y tratar la información relacionada con el Corredor Mediterráneo: los aspectos técnicos, socioeconómicos y geográficos de la infraestructura ferroviaria, de los nodos urbanos, puertos y terminales, entre otros, han sido estructurados y codificados de forma integrada y coherente. Este paso ha sido muy importante para conseguir una arquitectura geoespacial flexible, es decir, que contemple revisiones periódicas y, al mismo tiempo, rígida, en el sentido de que no se necesiten modificaciones de carácter estructural y se adapte adecuadamente a otros corredores europeos u otras redes de transporte.

En segundo lugar, han sido recopilados todos los datos y las bases cartográficas necesarias. Este paso ha contado con la colaboración de muchas instituciones y empresas. Cabe destacar, por un lado, el papel de Adif, que ha proporcionado la información geoespacial y datos muy específicos de la infraestructura ferroviaria y de las operaciones de mercancías y, por otro lado, el de Ineco, presente en numerosas obras, estudios y proyectos del Corredor Mediterráneo. Para la caracterización del sector transfronterizo y de los tramos franceses, se ha contado con la colaboración de la SNCF Réseau y de la Región de Occitania. Finalmente, muchos datos han sido recopilados desde las páginas web de las autoridades portuarias, terminales intermodales y empresas privadas.

El visor cuenta con un mapa base para consultar todos los tramos proyectados en obras y en servicio, y un mapa estadístico, con gráficos dinámicos que sintetizan los aspectos técnicos y socioeconómicos más relevantes

En tercer lugar, se ha procedido a la elaboración cartográfica para dotar a las bases de datos de la componente espacial. El verdadero reto ha sido armonizar la tramificación de la red ferroviaria y los nodos, para compatibilizar los tramos implementados en los Sistemas de Información Geográfica de Adif (IdeADIF) y de la Comisión Europea (TENtec) y que fuese al mismo tiempo coherente con la tramificación de las obras y de los estudios en curso.

Como resultado, la tramificación se compone de casi 700 tramos entre la Red de Interés General, los accesos a las terminales y puertos, y las derivaciones particulares, representados en cuatro situaciones: tramos actualmente en servicio; en ejecución; en fase de estudios y proyectos constructivos, y, finalmente, tramos en situación futura, es decir, cuando todas las actuaciones en curso estarán finalizadas.

Los nodos en cambio superan los 270 elementos. Globalmente, han sido tratados más de 1.000 elementos, cada uno con sus geometrías e informaciones asociadas, cuya suma total alcanza los 45.000 atributos. La cantidad de información tratada es considerable y han sido necesarias revisiones continuas (última fase) para llegar a un nivel de precisión y de detalle muy alto.

Para mostrar el encaje del Corredor a escala local y regional, se han incorporado las capas de las líneas metropolitanas y cercanías de los principales núcleos urbanos, así como las grandes redes de transporte a nivel ‘euromediterráneo’: el trazado del Corredor Mediterráneo Europeo (al norte), el Corredor Transmagrebí (al sur), la autopista marítima entre Palma de Mallorca y Barcelona/Valencia (al este) y finalmente la tramificación común de Adif (oeste).

Finalmente, se han añadido una batería de indicadores socioeconómicos y ambientales para entender el Corredor Mediterráneo como un eje de vertebración territorial, una palanca para un territorio más sostenible, más resiliente y mejor conectado. La actualización de los datos se realizará de forma periódica, según los avances de las obras y de los estudios en curso. Una vez que los datos han sido validados por parte de Adif, se ha desarrollado un visor cartográfico en ambiente Esri, muy novedoso por su estructura, contenido y visualización. Está disponible en dos modalidades: un mapa base que permite consultar la información anteriormente mencionada y un mapa estadístico, con gráficos dinámicos que sintetizan los aspectos técnicos y socioeconómicos más relevantes.

El visor está alojado en el hub de la Oficina del Comisionado del Gobierno para el Corredor Mediterráneo, donde es posible consultar documentación adicional sobre la Oficina (informes, memorias anuales, fotos de las obras en curso, infografías, etc.), enlaces a páginas webs relacionadas. Este hub es accesible al público desde la página web principal de Adif y el siguiente enlace. Para facilitar la consulta y el uso del visor se ha realizado una guía de usuario consultable.

Poniendo un ejemplo práctico, es posible consultar el estado actual de la línea de uso mixto entre la frontera francesa y Barcelona, conocer el tipo de electrificación (25kv), la carga máxima por eje admitida (22,5t), las pendientes en sentido norte y sur, la longitud total del tramo etc. Podríamos también visualizar las obras en curso en el tramo Castellbisbal-Martorell (instalación de ancho mixto), conocido como la ‘Puerta de Europa’ por ser un tramo estratégico para todo el Corredor Mediterráneo. El visor nos permite también visualizar los accesos en ejecución a la factoría de SEAT-Martorell, o bien la remodelación de la fábrica de Ford en Valencia, los nuevos ramales de accesos a los puertos de Castellón y Sagunto, así como las decenas de terminales de mercancías y centros intermodales.

La situación futura muestra cómo quedará el Corredor Mediterráneo una vez acabado, totalmente interoperable

Tras revisar el número de trenes tratados en una terminal concreta (por ejemplo, San Roque mercancías, en el tramo Algeciras-Bobadilla), un enlace web redirecciona al esquema funcional presente en el catálogo de instalaciones logísticas de Adif. Si interesara en cambio saber por dónde discurre el trazado planificado para la nueva línea Murcia-Almería, se activaría la capa correspondiente que informa que el tramo Los Arejos-Vera se encuentra con plataforma finalizada, mientras que en los tramos adyacentes ya se están ejecutando obras de plataforma. El mapa de base de satélite permite apreciar la localización exacta del proyecto. Finalmente, la situación futura muestra cómo quedará el corredor una vez acabado, totalmente interoperable y con las estaciones de viajeros, las terminales de mercancías y los nodos urbanos conectados de manera intermodal. Para entender el Corredor como un proyecto de territorio, se pueden activar algunos de los indicadores económicos presentes en el visor, como la población por municipio, la renta per cápita a nivel municipal, las toneladas de mercancías descargadas por provincia o bien el nivel de contaminación de PM10 y de Dióxido de Nitrógeno (NO2).

Ineco lleva años implementando Sistemas de Información Geográfica (SIG) para responder a las necesidades de clientes siempre más exigentes en el ámbito de las tecnologías virtuales, BIM, Big Data, etc. Sin embargo, por su complejidad y novedad este proyecto marca un hito para la compañía y para la Oficina del Comisionado del Gobierno para el Corredor Mediterráneo, que coordina Josep Vicent Boira.

También cabe destacar la colaboración entre el personal de Ineco y Adif que atiende la Oficina a la hora de recopilar y revisar un gran volumen de datos, además de prestar el asesoramiento y conocimiento técnico de sus respectivos expertos ferroviarios. Por otro lado, la UTE TAG-Esteyco se ha ocupado en una primera fase del tratamiento de la información técnica y cartográfica.

El portal cartográfico

Objetivos del Visor

  • Informar a los agentes económicos y a los ciudadanos sobre el desarrollo del Corredor, es decir, enseñar su situación actual, el estado de obras y proyectos en curso, y finalmente la situación futura (prevista según la planificación actual del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, MITMA).
  • Mostrar su riqueza y la complejidad, identificando y caracterizando los principales nodos conectados y que se conectarán al Corredor: ciudades, terminales de mercancías, factorías, estaciones de viajeros, puertos y aeropuertos.
  • Destacar su vocación europea. Para comprender el potencial del Corredor hay que mirar más allá de las fronteras estatales porque el Corredor Mediterráneo es un proyecto europeo que conecta seis Estados Miembros (España, Francia, Italia, Eslovenia, Croacia y Hungría, hasta la frontera con Ucrania) y tiene una clara vocación transfronteriza.
  • Agilizar el seguimiento de las obras y mejorar la visualización del trabajo de la Oficina del Comisionado del Gobierno para el Corredor Mediterráneo.

Exploración sencilla e intuitiva

  • Las características técnicas del Corredor actual y futuro. A través de capas específicas sobre el estado de las obras y de los estudios en curso. Se incluye también la situación futura, una visión del Corredor una vez que los proyectos planificados estén finalizados, cumpliendo con los requisitos de interoperabilidad ferroviaria y de intermodalidad para el transporte de mercancías y de viajeros, así como el Reglamento 1315/2013.
  • Los accesos ferroviarios y la red ferrovía interna de las principales terminales de Adif, puertos, centros logísticos y factorías, especificando las características técnicas actuales, eventuales obras y estudios en curso, y su situación futura.
  • Las terminales de mercancías y las estaciones de viajeros listadas en el Reglamento 1315/2013, así como aquellas relevantes en el contexto estatal y regional.
  • La zonificación de las terminales portuarias.
  • Los nodos urbanos principales, así como las ciudades medianas atravesadas por el Corredor Mediterráneo.
  • Redes de transporte regionales y locales (núcleos de cercanías y líneas metropolitanas).
  • La caracterización de la infraestructura ferroviaria, de nodos y terminales del sur de Francia (Región de Occitania), de acuerdo con la visión transfronteriza de la Oficina del Comisionado.
  • Otras redes de transporte que dan continuidad y complementan el Corredor en una lógica ‘euromediterránea’, es decir, la conexión marítima Palma de Mallorca con Barcelona y Valencia, el Corredor Mediterráneo transeuropeo (hasta la frontera húngaro-ucraniana), la tramificación común de Adif y el Corredor Transmagrebí.
  • Indicadores socioeconómicos y medioambientales para entender el Corredor como un proyecto de vertebración territorial, que aporta beneficios en términos de crecimiento socioeconómico local, regional y estatal de forma sostenible y resiliente.

 

Josep Vicent Boira (Comisionado del Gobierno)

El Corredor Mediterráneo en 2021

Por Josep Vicent Boira, Comisionado del Gobierno para el Corredor Mediterráneo

Los aniversarios son buenos momentos para saber de dónde venimos y a dónde vamos. Este 2021 tenemos tres motivos de celebración en el Corredor Mediterráneo. El primero es que este año ha sido declarado ‘Año Europeo del Ferrocarril’ y como nuestro trabajo está dirigido a un medio de transporte llamado a tener un papel estratégico en los próximos decenios, nos sentimos parte de esta celebración. La Unión Europea vuelve su vista hacia los trenes, de pasajeros y de mercancías. Pero también Estados Unidos lo está haciendo, con un presidente, Joseph R. Biden, que no solo ha dado su nombre a una estación (la de Wilmington, por el motivo de que siendo senador por Delaware, todos los días usaba este medio para acudir a Washington), sino que ya comienza a ser conocido como ‘Amtrack Joe’ por su fervor ferroviario. Este año europeo puede ser una excelente ocasión para hablar de plena interoperabilidad europea, de abolir los costes de un diferente ancho de vía, de conseguir de una vez una plena libertad de movimientos dentro de un único sistema ferroviario europeo.

Pero 2021 nos interesa por otros dos aniversarios. En primer lugar, cumplimos 10 años. El Corredor Mediterráneo fue declarado parte de la Red Transeuropea de Transportes (TEN-T) en octubre de 2011, cuando el comisario Siim Kallas reformuló los planes de proyectos prioritarios europeos de infraestructuras para incluir líneas, como la nuestra, que no habían sido recogidas incomprensiblemente en planes anteriores. Se daba inicio así a una auténtica red que deberá estar finalizada en 2030 y que tendrá que ver mucho con el inaplazable reto europeo de conseguir una neutralidad climática mediante la descarbonización del transporte. Si en este tema, el resto de socios de la UE deben correr, en España (debido a la desproporcionada cuota modal que todavía tiene el transporte de mercancías por carretera) deberíamos volar, no como los aviones, sino como esos trenes de alta velocidad que son el futuro de las comunicaciones internas y externas. Y me apresuro a decir que no se trata de atacar al camión, sino de subirlo al tren, como ya está haciendo la sociedad entera.

Por último, en 2021, también conviene echar la vista atrás y saber de dónde venimos. Este año celebramos los 160 años de la concesión del Valencia-Tarragona por la  Real Orden de 21 de marzo de 1861. Aquella sección fue el eslabón que permitió conectar los desarrollos ferroviarios que ya se estaban produciendo en el norte y en el sur del eje mediterráneo. Por una parte, la Sociedad de Ferrocarriles de Almansa a Valencia y Tarragona (AVT), creada con el apoyo de la Sociedad Valenciana de Fomento, trabajaba en la zona valenciana, mientras que la Catalana General de Crédito, lo hacía en Cataluña. Pues bien, en 1861 se autorizó a enlazar ambas redes locales para dar continuidad al proyecto en dirección a Francia. El progreso de la línea fue considerable: el 20 de abril de 1862 se inauguraba el tramo Valencia-Sagunto, el 21 de agosto el tren llegaba ya a Nules y el 26 de diciembre a Castellón. El 21 de junio de 1868, poco después de la inauguración del puente sobre el Ebro, el primer tren recorría el nuevo trayecto con grandes expectativas entre los exportadores agrícolas al permitir el acceso a Francia gracias a la red catalana, lo que se consiguió en 1878, cuando, tras efectuar el necesario transbordo, debido al diferente ancho de vía, se estableció el enlace fronterizo de Portbou con la compañía francesa del Midi.

1861, 2011 y 2021 son hitos en un proceso que no se ha de detener. Las nuevas tecnologías han permitido que este año dispongamos ya de un Sistema de Información Geográfica del Corredor Mediterráneo en abierto y de libre acceso, que pronto será seguido por otro para el Corredor Atlántico. Debo decir que la coordinadora europea del Corredor Mediterráneo de la Red TEN-T nos ha transmitido su felicitación y su esperanza de que algún día todo el trazado del Corredor, desde Algeciras a Záhony, en Hungría, cuente con un instrumento como este. Pero el progreso tecnológico y el esfuerzo de transparencia de la obra pública es, sin embargo, inútil, si no sabemos de dónde venimos y a dónde queremos ir. Somos herederos de aquellos viejos trenes de vapor y carbón que surcaron por primera vez el territorio hace más de 150 años para conseguir una sociedad más próspera y somos parte de la generación que está poniendo los cimientos para un transporte más limpio, sostenible y seguro como ciudadanos y ciudadanas de la Unión Europea, así como para sus intercambios mercantiles. Por ello, 2021 será un año que deberemos recordar.