Más de 134.000 vecinos de Buenos Aires, según el Gobierno municipal, se benefician directamente del Paseo del Bajo, el nuevo corredor vial de 7,1 kilómetros que, desde el mes de mayo, cruza de norte a sur la ciudad, conectando las autopistas Buenos Aires-La Plata e Illia. Dispone de un total de 12 carriles, cuatro de los cuales discurren en la calzada central semisoterrada (trinchera) exclusiva para el tráfico pesado y que opera como autopista: cada día circulan por la zona más de 15.300 camiones de 12 o más toneladas y más de 800 autobuses de largo recorrido, según el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte porteño.

El resto del tráfico ligero –vehículos particulares, unos 76.000 al día, y transporte público– circulan por los ocho carriles que se distribuyen en superficie a ambos lados de la trinchera, cuatro a cada lado (dos por sentido), sobre las avenidas Alicia Moureau y Huergo. Los carriles izquierdos se han diseñado para tráfico pasante, y no se permite la detención de vehículos. Además, a lo largo de todo el Paseo se han instalado nueve puentes para vehículos que conectan ambos lados de la traza, así como 60.000 m2 de zonas verdes, ciclovías y una gran escalinata peatonal que cruza de la Plaza de Mayo al distrito de Puerto Madero a la altura del Puente de la Mujer.

Participación de Ineco

Ineco, junto con su socio local AC&A, ha inspeccionado para AUSA (Autopistas Urbanas SA), desde 2017, la obra del tramo B “trinchera semicubierta sur” de la nueva infraestructura, que se abrió al tráfico el pasado 27 de mayo tras varios días de actos previos y en un ambiente de celebración: se trata de una obra largamente esperada por los tres millones de habitantes de la capital argentina, que junto con la población de su área metropolitana, suma cerca de 12 millones de personas.

Se trata de una de las obras civiles más importantes del país y gracias a ella el tiempo de recorrido ha pasado de 50 a 10 minutos

Se trata de una de las obras civiles más importantes del país y gracias a ella el tiempo de recorrido ha pasado de 50 a 10 minutos. La nueva vía permite al tráfico de mercancías bajar desde la autopista Buenos Aires-La Plata, cruzar el centro sin semáforos, y acceder directamente al puerto y a la terminal de autobuses de Retiro.