A demás de ser instalaciones integradas en el sistema de señalización marítima para ayuda a la navegación, los faros españoles son construcciones arquitectónicas singulares de gran valor histórico-técnico y paisajístico. Debido a su ubicación en enclaves naturales alejados y de difícil acceso en algunos casos, en sus orígenes se construyeron junto a ellos edificios de apoyo para dar el mantenimiento necesario, desde la vivienda para el farero –hoy llamado técnico de sistemas de ayuda a la navegación– hasta los almacenes, cuartos eléctricos y otras dependencias.

El interés turístico que generan los faros llevó a la creación en 2014 del proyecto Faros de España, una iniciativa del Ministerio de Fomento, desplegada a través de Puertos del Estado y las autoridades portuarias, con el objetivo de que los faros sean “algo más que faros”. El proyecto tiene como objetivo la puesta en valor de los espacios que hoy en día no son necesarios para el servicio, de manera que se potencien actividades distintas de las de señalización marítima, incluidas las de tipo hotelero. En definitiva, se trata de favorecer el desarrollo cultural o de interés social, enriqueciendo la oferta turística de la zona y garantizando su conservación de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente, sin que se vea afectada su función de ayuda a la navegación.

Aunque la iniciativa Faros de España contempla desarrollos distintos al hotelero, se ha puesto el foco de manera especial en el impulso y promoción del alojamiento turístico reutilizando las viviendas de los antiguos fareros. El proyecto, realizado a lo largo de 2015 y 2016 y en el que Ineco ha participado con labores de asistencia técnica, busca impulsar los usos complementarios aprovechando estos espacios que ya no son necesarios para la operación y mantenimiento del faro.

Se trata de reutilizar las viviendas de los antiguos fareros con un mismo tipo de uso, residencial, pero ahora turístico

No se trata de reconvertir faros en hoteles, ya que los faros seguirán prestando su servicio de ayuda a la navegación marítima. Se trata de reutilizar las viviendas de los antiguos fareros con un mismo tipo de uso, residencial, pero ahora turístico.

Actualmente, ya hay un faro que acogerá un hotel (faro de Isla Pancha, Lugo) y otros como los de Trafalgar (Cádiz), Cudillero (Asturias) y Punta Cumplida (Santa Cruz de Tenerife) están en vías de serlo. Además, han comenzado la tramitación el faro del Pescador (Cantabria) que está adaptando su marco urbanístico, el faro de Málaga (Málaga) y los faros de Higer, Santa Clara y Punta de Senokozulúa (Guipúzcoa).

En cuanto a otros tipos de usos explotados en la actualidad, 28 faros cuentan con centros de arte y exposiciones; 12 sirven de centros culturales y de formación, otros cinco acogen actividades como centros de investigación y siete disponen de cafeterías y restaurantes.

187 faros y una plataforma web

Una parte fundamental de los trabajos realizados por Ineco consistió en la elaboración de un inventario de los 187 faros que actualmente son gestionados por las autoridades portuarias. Cada uno presenta una casuística muy diversa, tanto por sus instalaciones, ubicación, accesos, características urbanísticas y arquitectónicas de los edificios, como por su situación administrativa (estando algunos sujetos a concesiones) o la sensibilidad ambiental del entorno en que se encuentran, por lo que ha sido imprescindible recopilar y homogeneizar esta información para ponerla a disposición de los futuros promotores interesados. Los datos aportados incluyen la situación legal, la propiedad de los terrenos, servidumbres de paso, estado de los edificios, usos e instalaciones, etc.

Este exhaustivo análisis ha culminado en una base de datos que ha servido de paso previo para el lanzamiento de la nueva página www.lighthousesofspain.es. Ineco ha desarrollado esta página web que da visibilidad a la iniciativa, y la plataforma sobre la que reside el inventario. La página pretende dar a conocer el proyecto, los detalles de cada faro, visibilizar sus usos complementarios y servir como plataforma para aumentar el interés por la iniciativa, tanto por parte de los usuarios como de los posibles promotores.

Ineco ha desarrollado la página web que da visibilidad a la iniciativa, y la plataforma sobre la que reside el inventario

Los faros y su dominio público están adscritos a las distintas autoridades, por lo que son estas las encargadas de la gestión de las solicitudes para el desarrollo de actividades en los faros, distintas de las de señalización marítima. La actividad siempre se desarrollará, a través de una concesión administrativa, por un periodo de años, acorde con el marco legal vigente y el plan de negocio. En general, el promotor debe ocuparse, además de la adecuación de los espacios, de cualquier actuación de rehabilitación o consolidación de las instalaciones a partir de su estado actual de conservación. La concesión demanial siempre será otorgada por la autoridad portuaria a la que esté adscrito el faro.

Destellos de historia sobre el mar

  • La belleza del paisaje de los cabos de España y la historia y la originalidad de los faros ubicados en ellos, convierten a estos en destinos turísticos de primer nivel. El más antiguo es el faro de la Torre de Hércules, construido sobre una loma en la costa de Galicia, al que se le atribuye  una antigüedad de 3.000 años. Galeses, irlandeses y escoceses conservan leyendas relacionadas con este faro. Generalmente, se admite que fue construido en el siglo II d.C. siendo emperador Trajano.
  • En la cornisa norte de la península ibérica se encuentra el faro de Peñas, que fue el primer faro construido en la costa asturiana, sobre peligrosos acantilados de más de 100 metros. También con magníficas vistas, la historia juega un gran papel en el faro de Trafalgar, al sur de la península, rodeado de dunas y en plena bahía de Cádiz, pues en sus aguas se desarrolló la famosa batalla del 21 de octubre de 1801 entre los ingleses de Nelson y la escuadra franco-española de Villeneuve.
  • En la isla de Alborán no eran fáciles las condiciones de vida en su imponente faro (1876). Aislado y a 14 metros sobre el nivel del mar, la vida del torrero era de lo peor que había en la península debido al aislamiento y a la escasez de aprovisionamientos. Hoy en día, acoge a la base científica de la Reserva Marítima de Alborán. También en una pequeña isla se encuentra el faro de Aucanada (1861) en Baleares, que dejó de tener torrero en 1960. Pocos años antes se construyó el faro de Calella (1859, Barcelona) que domina una amplia panorámica sobre la playa y la ciudad de Calella, cuyo ayuntamiento gestiona en él una sala de exposiciones. También llama la atención la bella ubicación del faro de Isla Pancha –el primero que se convirtirá en hotel– situado en un islote conectado con tierra firme a través de un puente, una ubicación similar a la del faro de Isla Tapia (1859) en Avilés, Asturias.
  • Navegar por la página web de Faros de España nos acerca también al fin del mundo, en los puntos remotos de los Faros de Jandía y la Entallada, situados en la isla de Fuerteventura. El faro de la Entallada está situado en la cima de un acantilado de 200 metros de altura, en el punto geográfico de Canarias más cercano a África (unos 100 kilómetros). Sus vistas son espectaculares, tanto al mar como al Monumento Natural Cuchillos de Vigán, zona protegida debido a su alto interés científico.