Omán quiere disponer de un sistema de transporte urbano e interurbano moderno, eficiente y sostenible que abarque todos los modos de transporte y que impulse el desarrollo social, económico y turístico del país. Con estos objetivos, Ineco está desarrollando en el país una labor de amplio alcance de consultoría y asesoría para la adecuada planificación e implementación del sistema.

Por ello, ha elaborado un Plan Estratégico de Transporte en Autobús para Mwasalat, la operadora pública de transporte, anteriormente denominada ONTC (Oman National Transport Company). El Plan, elaborado junto con Grupo Ruiz, recoge un amplio programa de actuaciones como  el despliegue, ya iniciado, de la red de transporte público de Mascate, la capital, la implementación de nuevos servicios de transporte urbano en otras ciudades como Salalah o Sohar, y la extensión de la actual red de transporte interurbano. Además, incluye un programa de inversión en infraestructuras (estaciones de autobús, talleres, zonas de aparcamiento, etc.), la implantación de las nuevas tecnologías de gestión y explotación, y la definición de planes financieros.

Ya en 2014, Ineco había llevado a cabo para el Ministerio de Transportes y Comunicaciones de Omán un Plan Director de Transporte Público para Mascate (ver ITRANSPORTE 54), en el que se proponían, entre otras acciones, la constitución de una autoridad única de transporte público, la implantación progresiva de una red de nuevas rutas y la construcción de plataformas reservadas (carriles-bus). El Plan implicó, además, al Ministerio de Transportes y Comunicaciones y a otras entidades y organismos públicos, como la Policía Real de Omán, el Ministerio de Turismo y el Consejo Nacional de Planificación.

UN TRANSPORTE PÚBLICO FIABLE Y MODERNO

Estos proyectos han marcado un hito en la planificación estratégica del sistema de transporte público del país. Representan el punto de partida desde el que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, a través de Mwasalat, ha iniciado la implementación de nuevas rutas y la renovación de la flota de autobuses.

La nueva etapa queda reflejada en una completa renovación de la imagen de marca de la empresa, que ha pasado a denominarse Mwasalat, “transporte” en árabe, y ha estrenado un nuevo logotipo, inspirado en las velas de los dhow, las embarcaciones tradicionales omaníes, en referencia a la futura red de transporte público.

El objetivo final es ofrecer un transporte público fiable y moderno

Los primeros 40 autobuses urbanos de la nueva flota ya circulan desde el pasado mes de noviembre por las cinco nuevas rutas urbanas de la capital, con gran éxito entre los viajeros. Equipados con la tecnología más moderna, son de piso bajo y cuentan con climatización, rampas extensibles para sillas de ruedas y sistemas de información al pasajero. Además, otros 10 autobuses, diseñados para largo recorrido, también han empezado a prestar servicios interurbanos, concretamente a Dubai y Salalah, entre otros destinos.

El objetivo para los próximos años es consolidar un sistema de transporte público fiable y moderno, respetuoso con el medio ambiente y equipado con tecnologías inteligentes, que contribuya y refuerce el desarrollo socioeconómico de Omán.

IMPULSO AL TURISMO

La población de Omán, 4.301.825 habitantes según datos de 2015, se concentra en los principales núcleos urbanos del país, Mascate, la capital, en la costa noreste, Sohar, al norte, y Salalah, en el sur. Todas son ciudades portuarias y las dos últimas son, además, los centros industriales. Otras ciudades importantes son Nizwa y Duqm. Sin embargo, la densidad de población es baja para su territorio, de más de 309.000 km2, similar al de Italia. Destaca el hecho de que el 44% de los residentes, casi todos en zonas urbanas, son trabajadores extranjeros, y, además, muy jóvenes: el 68% es menor de 30 años, según datos del Centro Nacional de Estadística.

Esta población se ha instalado en el país atraída por el dinamismo de su economía, que ocupa el quinto puesto entre las del Golfo Arábigo y el puesto 65 del mundo, de acuerdo al Fondo Monetario Internacional. Aunque es el quinto exportador de petróleo de la región, Omán está llevando a cabo diversas estrategias para diversificar su economía. Entre ellas, impulsar el turismo internacional, que ha crecido un 12% en los últimos 15 años, según datos de la Organización Mundial del Turismo. Para 2020, se espera que el sector represente un 3% de su PIB.

El desarrollo de un sistema de transporte público multimodal es fundamental para lograrlo, junto con la construcción y despliegue de infraestructuras hoteleras y de ocio por todo el país. En 2005, se constituyó una agencia gubernamental para este fin, que está promoviendo varios proyectos turísticos: centros de conferencias, de ocio, deportivos, campos de golf y hoteles. Cabe destacar, por ejemplo, el Centro de Convenciones y Exhibiciones de Omán, el Alila Jebel Akhdar Resort o el W Hotel, así como la renovación de algunos de los principales hoteles internacionales, que son propiedad del Gobierno.

Desde el punto de vista del visitante, Omán cuenta con numerosos atractivos aún poco conocidos a escala mundial, entre ellos una gran variedad de paisajes y climas, desde el desértico del interior y sus wadis o cañones, al tropical en el sur o el más templado de las llanuras costeras, con playas prácticamente vírgenes. Los operadores turísticos ofrecen paquetes que incluyen deportes y actividades de aventura, como submarinismo, espeleología o trekking, así como observación de fauna –aves, ballenas y delfines, tortugas, etc.–, ya que por su situación geográfica, Omán se encuentra en las rutas migratorias de múltiples especies.

A esto se suma la oferta comercial y cultural urbana de la capital, Mascate, que abarca música, cine y teatro, tiendas modernas de marcas internacionales y souks o bazares tradicionales. La milenaria historia del país se refleja en los bienes culturales y naturales declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, como los sitios arqueológicos de Bat, Al-Khutm y las tumbas de Al-Ayn, en el interior, que datan del 3.000 a. C.; los falajs o canalizaciones de agua de 2.000 años de antigüedad, la Tierra del Incienso en Dhofar, al sur; o el fuerte del oasis de Bahla, al oeste de Mascate, uno de los más espectaculares entre los muchos repartidos por todo el país.