Con la inauguración en junio de 2000 de la nueva estación intermodal de Almería, la antigua estación histórica quedó prácticamente sin uso, albergando solo algunas dependencias ferroviarias. Desde entonces, el Ayuntamiento de Almería viene reclamando el edificio de la estación para uso de la ciudad. En este contexto Adif solicitó a Ineco la redacción de los proyectos para la restauración del edificio (fachadas, cubiertas y vestíbulo de acceso) como paso previo a la cesión del mismo al Ayuntamiento, que será quien determine cuál será su uso final.

Una de las características clave del edificio es su consideración como “monumento”, estando incoado como BIC (Bien de Interés Cultural) por parte del Ministerio de Cultura, Educación y Deporte, desde el año 1985. Este hecho obliga a la conservación del edificio tanto en su faceta exterior como en los sistemas constructivos que lo componen, lo que limita las opciones de rehabilitación, debiendo ser extremadamente respetuosos con las propuestas de restauración, que deberán ser siempre autorizadas por la Subdirección General del Patrimonio Histórico.

Ineco ha redactado en los dos últimos años dos proyectos para la rehabilitación del edificio, el primero de ellos ya ejecutado y el segundo en fase de obra. Se trata, por un lado, del proyecto de ejecución de las obras de restauración y consolidación de elementos ornamentales de la cubierta de la estación, con el objeto de sustituir la balaustrada perimetral de los cuerpos laterales, con un alto grado de deterioro, y la restauración de sus elementos ornamentales, además de la reparación de la marquesina de acceso.

En cuanto al proyecto constructivo de rehabilitación de fachadas, cubiertas y vestíbulo, se trata de restaurar las fachadas, incluyendo carpinterías y cerrajerías y cortina vidriada del cuerpo central, reparación de las cubiertas (cuerpos laterales y central), sistemas de evacuación de aguas y de los forjados de los cuerpos laterales que la soportan, así como la rehabilitación de la marquesina de andenes, también original, y la restauración y puesta en valor del vestíbulo del cuerpo central, incluyendo la iluminación, para su futura puesta en uso.

Historia de la estación

El edificio data del año 1893 y aunque se desconoce el autor, su autoría se atribuye al arquitecto francés L. Fargue. La firma constructora fue la francesa Fives-Lille, de mucho prestigio en toda Europa en cuestión de armaduras férricas. Como indica Adif en su descripción de la estación, lo más destacado del edificio de la estación de Almería es precisamente la especial forma de fundir arquitectura historicista con nuevas técnicas y materiales. El desarrollo del ferrocarril en la segunda mitad del XIX requería de nuevos espacios y funciones en las estaciones, de manera que ingeniería y arquitectura se compaginan y logran combinar edificios ornamentales al estilo clásico con estructuras funcionales de la época moderna. Junto a los ingenieros, los arquitectos adquieren protagonismo proyectando los vestíbulos y andenes con materiales como el vidrio y el hierro, creando estructuras espaciosas, ligeras y luminosas de las que la estación de Almería es un bello ejemplo. Son otros ejemplos andaluces de edificios de viajeros de este periodo las antiguas estaciones de Córdoba, Cádiz, Málaga, Sevilla-San Bernardo, Granada, Jaén y Huelva-Zafra.

Adif solicitó a Ineco la redacción de los proyectos para la restauración del edificio como paso previo a la cesión del mismo al Ayuntamiento de Almería

La construcción del edificio finalizó en 1893 y entra en uso en 1895, cuando se inaugura el tramo Almería-Guadix. Su puesta en servicio, junto con el desarrollo del puerto, vienen a solventar las carencias en comunicaciones de una provincia en pleno auge económico y demográfico debido a la actividad minera, agrícola y comercial. Décadas después, la guerra civil española destruye parte de las instalaciones que en 1940 se clausuran por grave peligro de hundimiento. En la década de 1970, se inicia una rehabilitación importante, construyendo, entre otras cosas, la balaustrada con ligeras variaciones respecto a la original. En 1974 se realiza una reforma en la planta superior y en 1975 se lleva a cabo una renovación general de vías y andenes.

En los años 90, gracias al Plan de Modernización y Equipamiento de Estaciones se consigue restaurar los casi 600 metros cuadrados de superficie. Las obras se deben a los arquitectos José Antonio Pruneda y Antonio Morales, que devuelven parte de su belleza a la estación.

El edificio, de planta rectangular, consta de tres cuerpos, uno central correspondiente a la arquitectura del hierro y, simétricamente, dos cuerpos laterales de arquitectura tradicional. En el centro se ubica un gran reloj de la casa Garnier de París, típico de las estaciones de ferrocarril del siglo XIX. En su conjunto, la estación es un ejemplo muy representativo de la Compañía de los Caminos de Hierro del Sur de España, en el que se integraron ornamentos como capiteles de acanto, entablamentos, cornisas…, elementos que aparecen con formas y proporciones clásicas aunque realizadas en hierro y entre los que destaca la gran vidriera del cuerpo central. Destaca de las fachadas laterales su construcción con ladrillos vistos y cerámica policromada en apliques, rótulos, ramos, etc.

En la intervención de Ineco se adoptan como principios del proyecto los que tienen como objetivo el reconocimiento del edificio como monumento patrimonial, la documentación e interpretación de su historia según la Declaración de Xi’an sobre la conservación del entorno de las estructuras, sitios y áreas patrimoniales, adoptada en Xi’an, China. 21 octubre 2005. La restauración de los distintos elementos se debe distinguir del conjunto arquitectónico, debiendo llevar el sello de nuestra época. Se respetará la configuración actual del edificio monumento, sin importar a qué época pertenezcan sus anexos, aportaciones o añadidos, dado que la unidad de estilo no es el fin de la restauración.

Los elementos destinados a reemplazar las partes que falten deberán integrarse armoniosamente en el conjunto, pero distinguiéndose a su vez de las partes originales, a fin de que la restauración no falsifique el monumento, tanto en su aspecto artístico como histórico. Aun así, la función estructural, funcional y perceptiva de estos nuevos elementos buscarán el sentido y significado original del mismo, intentando siempre no destacar sobre lo propiamente histórico, siguiendo la doctrina del Consejo de Europa en materia de Patrimonio Cultural, según los principios de la Carta Europea del Patrimonio Arquitectónico. Punto de partida para ello son las planimetrías realizadas del estado actual de la edificación, los datos obtenidos de la investigación histórica, y los análisis (petrográficos y petrofísicos) realizados de los materiales.

CRITERIOS TÉCNICOS DE LA RESTAURACIÓN

El proyecto se centra en la consolidación, restauración y conservación de todos los paramentos de fachadas sin olvidar cerrajerías y carpinterías originales.

  • Limpieza de depósitos ajenos, que en las superficies de fábrica de ladrillo utilizarán sistemas preferentemente en seco, para no movilizar posibles sales.
  • Se utilizarán sistemas de proyección de microesferas de vidrio a muy baja presión para la eliminación de pinturas inadecuadas sobre la piedra o revocos.
  • Se aplicarán tratamientos de consolidación en las piezas necesarias, ensayados previamente mediante análisis petrofísicos, con aplicación sobre testigos en laboratorio.
  • Elección de piedra de reposición, en su caso, de características similares a las existentes, visuales, de color, de textura, etc., pero además, con las características petrofísicas adecuadas, en función de ensayos a realizar o facilitados por la cantera.
  • En su caso, reposiciones con morteros: siempre exentos de sales (no utilización de cemento Portland), con aglomerante de cal (de buena calidad) y árido calizo y/o silíceo seleccionado. Aditivos en función de lograr las adecuadas propiedades de porosidad, retracción, resistencia mecánica, fraguado, etc.
  • Las reposiciones de cualquier elemento faltante se realizarán mediante el moldeado del negativo en sólido capaz.
  • Las piedras de reposición, así como los morteros de restauración utilizados en reintegraciones de volúmenes faltantes podrán ser entonados posteriormente con pátinas de componentes de base inorgánica.
  • Se labrarán todos los elementos de reposición, ya sean piedra o morteros.
  • Los morteros de rejuntado final de piedras sillares con base de cal hidráulica.
  • Hidrofugación de todos los elementos de piedra sillar existentes o de reposición.
  • Los elementos renovados deberán quedar reconocidos y fechados tras la obra.