El estudio, encargado por la Secretaría Metropolitana de Ambiente de la Alcaldía de Quito y financiado por el banco de desarrollo de América Latina (CAF), pretende dar respuesta a las necesidades locales de gestionar las cerca de 2.000 toneladas de residuos con un alto grado de material orgánico que se producen diariamente en la ciudad. El Gobierno y las autoridades locales han emprendido diversas actuaciones para garantizar la gestión integral de residuos bajo el concepto ‘Cero Basura’, basado en gestionar de modo eficaz, eficiente e innovador los procesos de generación, recolección, aprovechamiento y disposición final.

Con este programa, Quito quiere transformar la gestión de los residuos que generan los más de dos millones y medio de habitantes de su Distrito Metropolitano (DMQ), el área más poblada del país. Para ello, la Secretaría de Ambiente se ha planteado una estrategia que pasa por reducir en un 10% para 2025 la cantidad total de residuos que hasta la fecha se llevan al relleno sanitario (vertedero) de la ciudad. Este relleno sanitario, denominado ‘El Inga’, se encuentra cerca de su límite de capacidad y en breve no podrá absorber todos los residuos que se generan, por lo que se requiere una rápida solución al problema. Entre los planes previstos, figuran la ‘contenerización’ –técnica que consiste en la mecanización y automatización lograda a través de contenedores– de las basuras, la construcción de plantas de separación y tratamiento, y la puesta en marcha de campañas de concienciación ciudadana sobre reciclaje y reducción de desechos.

El Gobierno municipal ha encomendado a Ineco liderar los trabajos de elaboración del Plan Maestro

Para articular estas actuaciones, el Gobierno municipal ha encomendado a Ineco liderar los trabajos de elaboración del Plan Maestro de Gestión Integral de Residuos del DMQ 2016-2025, que ha desarrollado en colaboración con la también española Tragsatec. El objetivo principal de esta consultoría medioambiental ha sido definir un sistema de gestión de residuos realista, económicamente sostenible, organizativamente ágil, y soportado por un nuevo marco normativo fortalecido. El plan supone una completa actualización del desarrollado en 2012. Algunas de sus principales metas son: incrementar en un 40% la recolección mecanizada, aumentar en un 60% los nuevos modelos alternativos de manejo de residuos para 2019 y reducir un 5% la producción de residuos sólidos per cápita para 2025, fecha horizonte del plan.

El documento define los modelos de gestión de diferentes tipos de residuos: domésticos, especiales (incluyendo demolición y construcción), peligrosos (incluyendo sanitarios) e industriales. Además, incluye un análisis económico-financiero, una propuesta de remodelación organizativa y una propuesta del marco normativo de regulación de la prestación de los servicios públicos de ‘contenerización’, transporte, y tratamiento y eliminación de los residuos, así como de la actividad de los gestores privados.

Diagnóstico de la situación actual

El sistema actual de gestión de los residuos de la ciudad de Quito es insuficiente para atender la demanda actual, por lo que es necesario ampliar los servicios e instalaciones para la correcta recolección y tratamiento de la basura. Tal es el caso de contenedores, medios móviles o centros de tratamiento gestión específicos. Por lo que respecta a los residuos de construcción y demolición (escombros), los ciudadanos no disponen de puntos de depósito suficientes para los que se generan en pequeñas obras o reformas domésticas.

Además, persiste el uso de escombreras ilegales y las actuales no tienen capacidad suficiente a medio plazo. A los aspectos prácticos como la falta de camiones de carga y contenedores de separación, se añade la escasa concienciación ciudadana sobre la separación de residuos en origen: ante la falta de cultura del reciclaje, ciudadanos y empresas depositan los residuos en lugares inadecuados o los entregan a gestores no autorizados.

Las autoridades locales son conscientes de que para poner a disposición de los ciudadanos los medios necesarios es vital establecer en paralelo un nuevo sistema organizativo y normativo que proteja a los más desfavorecidos, ordene el territorio y establezca las obligaciones y funciones de los agentes involucrados.

Una regeneración ambiental en Quito

El plan diseñado es un ambicioso proyecto medioambiental que abarca aspectos de gran calado: desde la educación y sensibilización de la ciudadanía –un aspecto fundamental en cualquier iniciativa hacia la sostenibilidad– pasando por la adquisición de plantas y equipos de reciclado o la construcción de una incineradora de fauna urbana muerta, hasta la eliminación de todas las escombreras ilegales y la construcción de nuevos puntos limpios y centros de tratamiento.

El objetivo es poder atender al 98% de la población con servicios de recolección de residuos en el año 2025

Entre las 48 actuaciones previstas, se contempla construir una planta de tratamiento de materia orgánica para la obtención de compost, una planta de digestión anaerobia de materia orgánica para la obtención de biogás y cuatro plantas manuales de separación y clasificación de materiales reciclables para su posterior tratamiento. Todo ello, bajo la perspectiva de inclusión social.

La consecución de los objetivos ‘Cero Basura’ implica también un cambio de cultura que requerirá la participación activa de políticos, trabajadores públicos, empresarios públicos y privados, así como de toda la ciudadanía. En la elaboración del modelo de gestión integral, los expertos de Ineco han tomado en cuenta los tipos de residuos actuales y futuros, de manera que se determinen sus componentes y establezcan las políticas a seguir con cada uno de ellos. El objetivo es poder atender al 98% de la población con servicios de recolección de residuos en el año 2025.

Para lograr el éxito del plan se incorporarán a la política de contratación del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ) criterios que fomenten la utilización de productos fabricados con materiales reciclados y/o reutilizados, de manera que en 2018 se cuente con una nueva normativa. La sostenibilidad económica del sistema de gestión de residuos requerirá de un sistema de tasas e imputación de costes que tenga en cuenta los distintos estratos de poder adquisitivo.

Las grandes cifras del Plan

  • 2,4 millones de habitantes en el Distrito Metropolitano.
  • 2.000 toneladas diarias de residuos (2015).
  • Aumento de un 40% de la recogida mecanizada.
  • Disminución de un 5% de la cantidad de residuos per cápita en 2025.
  • Desarrollar programas de sensibilización para llegar al 5% de la población adulta y 33% de los estudiantes cada año.
  • Fomentar que el reciclaje sea el 25% del generado en el año 2025.
  • Tratar en el año 2022 el 100% de todos los residuos reciclables recogidos.
  • Dedicar al menos el 2% del presupuesto en gestión de residuos a I+D+i en el año 2025.

…Y las grandes claves

  • Fija objetivos hasta 2025 en la generación de residuos, reciclaje y reducción de basuras.
  • Establece índices de generación de residuos en los espacios públicos: la cantidad y densidad de los residuos generados por tipología y, si es posible, por zonas.
  • Ofrece un sistema de recolección, aprovechamiento, tratamiento y disposición final de los residuos. Este sistema tiene en cuenta:

– Tipo de residuos (domésticos, residuos de construcción y demolición, sanitarios, especiales y peligrosos).

– Sistema actual de recogida de cada tipo de residuo.

– Sistema actual de recuperación de materiales reciclables y cantidades recuperadas en los últimos años por tipo de material.

– Sistemas actuales de recuperación de energía de los residuos y cantidades generadas en los últimos años.

– Centros de tratamiento para cada uno de los tipos de residuos sólidos urbanos actuales: capacidad, dimensiones, tecnología disponible, costes del tratamiento y mano de obra empleada.

– Depósitos de vertido disponibles para los diferentes tipos de residuos: elementos constructivos, dimensiones, estado actual de llenado y vida útil restante, aprovechamiento de biogás, coste del depósito y mano de obra empleada.

– Contratos actuales de gestión del tratamiento de residuos sólidos urbanos en el Distrito de la Municipalidad de Quito, ámbito y coste anual.

– Datos cartográficos: situación actual de contenedores, tipo de contenedores y capacidad; grado de ocupación de las viviendas; ejes de vía; flujo de recogida; distribución de comercios.

  • Establece un modelo organizativo eficaz, en el que se fijan funciones y responsabilidades dentro de una estructura institucional municipal.
  • Realiza un análisis financiero de la situación y su evolución en los últimos años. Para ello, se analizan los datos de pesaje de las estaciones de transferencia y del relleno sanitario de ‘El Inga’.
  • Establece un marco normativo que aporte claridad, definición de competencias y seguridad a las actividades y actores involucrados.